Vista En: La Sexta 3, miércoles 12 de octubre de 2011.
Título Original: Magnum Force.
Director: Ted Post.
Guión: John Milius y Michael Cimino, basado en una
historia original de John Milius. Género: Acción.
Música: Lalo Schifrin. Fotografía: Frank Stanley.
Decorados: John Lamphear. Vestuario: Glenn T. Wright.
Productoras: Warner Bros. y The Malpaso Company.
Presupuesto: [Desconocido].
País: USA. Año: 1973. Duración: 124 minutos. Color.
Reparto:
|
Personajes:
|
Clint Eastwood
|
Inspector Harry Callahan
|
Hal Holbrook
|
Teniente Neil Briggs
|
Mitchell Ryan
|
Oficial Charlie McCoy
|
David Soul
|
Oficial John Davis
|
Tim Matheson
|
Oficial Phil Sweet
|
Kip Niven
|
Oficial Alan ‘Red’ Astrachan
|
Robert Urich
|
Oficial Mike Grimes
|
Felton Perry
|
Oficial Earllington ‘Early’ Smith
|
Maurice Argent
|
Nat Weinstein
|
Margaret Avery
|
Prostituta
|
Richard Devon
|
Carmine Ricca
|
Tony Giorgio
|
Frank Palancio
|
(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: Harry Callahan se encuentra ante varios casos
de ejecuciones en plena calle a conocidos delincuentes y mafiosos, con el nexo
en común que todos habían evitado la cárcel gracias a un tecnicismo legal. Con
ayuda de su nuevo compañero, Early Smith, Callahan sospecha que el asesino sea
un poli corrupto, lo que le enfrenta con su superior, el teniente Neil Briggs.
Crítica: Curtido director de televisión y autor de
películas como Cometieron Dos Errores [1968] y Jaula sin Techo [1973], Ted Post
toma el relevo de Don Siegel para expandir el universo del expeditivo Harry
Callahan, de nuevo con la cara y el cuerpo de un inmenso Clint Eastwood cara a
cara contra un Hal Holbrook ciertamente magnífico, metidos ambos en una trama
con no pocas escenas de acción y con sí pocos escrúpulos en lo tocante a ellas,
elevando y bastante el nivel de la violencia que ya se había visto en la
primera parte (la pose divertida de Callahan con respecto a Briggs, debido al
orgullo de éste por no haber tenido nunca que desenfundar su arma; ambos,
metidos en un debate bastante siniestro e interesante sobre la ley y las
maneras en que se tienen que aplicar; cada uno de los asesinatos, mostrados en
primer plano y sin muchos cortes de cámara, buscando así el mayor paroxismo posible).
De lo más eficiente en la manera que el guión va revelando sus secretos, Harry
el Fuerte es una secuela que efectúa un giro muy brusco de villano con respecto
al film original, haciendo que todo quede en casa, y cuyo epílogo es, al igual
que en la película de Siegel, una pelea sin casi palabras donde es la acción la
que domina por méritos propios su metraje (la amistad de Callahan con unos
jóvenes patrulleros motorizados, lo que da a pie a sospechar sobre si alguno de
ellos pudiera o no ser el asesino; Charlie McCoy, un policía que ha perdido el
rumbo tras ser abandonado por su esposa: otro candidato en firme a ser el
asesino, y Mitchell Ryan está muy correcto; su epílogo, en el que los diálogos
carecen de valor: una persecución a vida o muerte, tensa de necesidad). Con
algún que otro punto realmente macabro (lo de la prostituta y su chulo en un coche; la masacre
y brutal indiscriminada en una piscina), Post crea un show que rebosa una
manifiesta maldad. Incluso entre los que llevan placa.
La Puntilla: La línea entre hacer justicia y ser un
asesino es muy fina. Tanto que las implicaciones de traspasarla son muy
siniestras.
Mi
Valoración
★★★★★
No hay comentarios:
Publicar un comentario