Vista En: Cines Los Prados (Oviedo), sábado 14 de enero
de 2017.
Título Original: Busanhaeng [N. del T.: Train to Busan].
Director: Sang-Ho Yeon.
Guión: Sang-Ho Yeon. Género: Terror.
Música: Jang Young-Gyu. Fotografía: Hyung-Deok Lee.
Decorados: [Desconocido]. Vestuario: [Desconocido].
Productoras: Next Entertainment World y RedPeter Film.
Presupuesto: ±10.000.000.000 ₩ (±8.500.000 $).
País: Corea del Sur. Año: 2016. Duración: 118 minutos. Color.
Reparto:
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Personajes:
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Yoo Gong
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Seok Woo (padre)
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Soo-An Kim
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Soo-An (hija)
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Yu-Mi Jung
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Sung Gyeong (embarazada)
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Dong-seok Ma
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Sang Hwa (hombre del fular)
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Woo-Sik Choi
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Young Gook (chico deportista)
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Ahn So-hee
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Jin-Hee (animadora)
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Eui-Sung Kim
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Yong-Suk (supervisor)
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Soo-jung Ye
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In-gil (anciana 1)
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Myung-Sin Park
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Jong-gil (anciana 2)
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Gwi-Hwa Choi
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Sintecho
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Seok-Yong Jeong
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Conductor de tren
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Jang Hyuk-Jin
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Ki-Chul (azafato de tren)
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(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: Una epidemia zombi obliga a Korea del Sur a
evacuar a todos los supervivientes de Seúl para llevarlos hasta Busan, en donde
estar a salvo. Pero el terror se desata para una pareja, Seok Woo y Soo-An,
cuando abordo del tren un pasajero se descubre estar infectado y comienza a
transformar al resto de pasajeros, desatando el caos a lo largo de todo el
viaje.
Crítica: Trepidante y terrorífica propuesta orienta
sobre zombis rodada con una especial maestría a la hora de plantear el
escenario principal, así como un reparto en el que a pesar de la falta de
nombres de algunos personajes el estereotipo de persona que representan se
identifica perfectamente, y cuyo arranque, anodino al principio, no tarda en
cobrar brío y fatalidad conforme el metraje avanza (la relación de Seok Woo y
su hija, la jovencísima Soo-An: sus consejos sobre no ayudar a otros y mirar
por ella misma dan un botón de muestra de la mentalidad oriental; el tren KTX,
una ratonera tan alargada en tamaño como grande en peligro: la odisea de
algunos de ellos por rescatar a otros atravesando cuatro vagones es de nota; el
tren, parando en Daejeon a la espera de ser rescatados, solo para llevarse una
desagradable sorpresa). A un ritmo que apenas baja el listón, sumado ello a su
bien llevado gusto por la sangre, hay que añadirle secuencias entre lo
angustioso y lo catastrófico, que elevan y mucho la categoría de la película
para transformarla en un survival horror de primerísima línea, no exenta de
críticas sociales (algunos pasajeros excluyendo a otros, tratándolos de
apestados; la anciana Jong-Gil, tomando una decisión crítica movida por la
venganza: un reflejo de que donde las dan, las toman; varios de los pasajeros,
atrapados entre raíles y entre dos trenes colisionados, con los zombies apilándose
peligrosamente por las ventanas, por encima de ellos: una secuencia de
planificación magistral). Una película cuyo inicio da una pincelada de todo
cuanto vendrá después, y cuyo avance tiene unos tintes muy negruzcos (un ciervo
atropellado; Seok Woo, recibiendo una llamada de Kim), los cuales se sirven a
modo de complementos para crear un film sobrecogedor diseñado para los más
amantes del género de zombis, tan claustrofóbico y terrible como un tren del
que no hay modo de escapar.
La Puntilla: Y yo pregunto, ¿cómo es que los zombies, ya
transformados, solo atacan a los humanos pero nunca se les ve atacándose entre
si?.
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