Publicado El: Miércoles, 9-Dic-2015. Nº De Serie: C25/TCM/0000298.
Vista En: Cines Cinebox (Corvera), viernes 12 de agosto
de 2011.
Título Original: Ironclad.
Director: Jonathan English.
Guión: Jonathan English, Erick Kastel y Stephen
McDool. Género: Acción.
Música: Lorne Balfe. Fotografía: David Eggby.
Decorados: Peter Walpole. Vestuario: Beatrix Aruna Pasztor.
Productoras: Production Companies, Mythic International Entertainment, VIP 4 Medienfonds, Silver Reel, ContentFilm International, Film & Entertainment VIP Medienfonds 4 GmbH & Co. KG, Premiere Picture, Wales Creative IP Fund, Molinare Investment, Rising Star y Perpetual Media Capital.
Productoras: Production Companies, Mythic International Entertainment, VIP 4 Medienfonds, Silver Reel, ContentFilm International, Film & Entertainment VIP Medienfonds 4 GmbH & Co. KG, Premiere Picture, Wales Creative IP Fund, Molinare Investment, Rising Star y Perpetual Media Capital.
Presupuesto: ±25.000.000 $.
Países: Reino Unido, Suiza, Estados Unidos y
Alemania. Año: 2011. Duración: 121 minutos. Color.
Reparto:
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Personajes:
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James Purefoy
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Thomas Marshal
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Brian Cox
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Barón William de Álbany
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Kate Mara
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Lady Isabel
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Derek Jacobi
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Barón Reginald de Cornhill
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Paul Giamatti
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Rey Juan
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Charles Dance
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Arzobispo Langton
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Jason Flemyng
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Gil Becket
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Jamie Foreman
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Jedediah Coteral
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Mackenzie Crook
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Daniel Marks
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Rhys Parry Jones
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Joseph Wulfstan
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Aneurin Barnard
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Guy el Escudero
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Vladimir Kulich
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Capitán Tiberio
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(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: Regresando a Inglaterra con un grupo de
guerreros nórdicos, el rey Juan sin Tierra asesina a todos los que le hicieron
escribir la Carta Magna. Su último objetivo se blinda en un castillo de
Rochester, adonde un templario renegado llega desde las cruzadas para
convertirse en la única esperanza de derrotar a las fuerzas del rey y asegurar
la supervivencia de los refugiados.
Crítica: Violenta y detallista recreación del Asedio
de Rochester de 1215, en el que no se escatiman medios para ser históricamente
preciso en la crudeza de una época muy turbulenta, y en el que el siempre
eficiente James Purefoy se convierte en improbable héroe frente a una furia de
la naturaleza surgida del Infierno (el Rey Juan llegando al castillo del barón
Darnay, representando la quintaesencia del poder en toda su maldad; Marshal,
hablando sobre matar con el escudero). Un film que tiene en su haber el acierto
de contar con tres secundarios de lujo de la talla de Brian Cox, Charles Dance
y Derek Jacobi (un privilegio, siempre: cada uno de ellos derrocha
socarronería, magnificencia y dramatismo) y el desacierto de ser en exceso
sangrienta, algo que provoca una cierta indigestión en sus batallas, todas
ellas estupendas pero poseedoras de una notable brutalidad (vísceras, cuerpos
partidos en dos, cabezas trituradas como tablones podridos: pura Edad Media no
apta para estómagos sensibles). Relato histórico donde los haya, su fotografía
diseñada para ser sucia y poco agradable a la vista, de tonos apagados y fríos,
esto retrata con fidelidad una época austera y difícil, en tanto su banda
sonora se acompasa bien sobretodo en sus combates. Aunque lejos de ser una gran
superproducción, Templario es un film correcto, modesto pero no falto de
interés. Una curiosa demostración de como la historia a veces puede repetirse
(salvando distancias, el Asedio de Rochester tiene puntos comunes con la
Batalla de las Termópilas), y un guión tal vez no exquisito, pero sí lo
bastante talentoso como para hacer un relato bien planificado y ejecutado,
narrando una crónica algo olvidada por el paso del tiempo, ornándola con
matices interesantes (Jebediah, viendo su nombre escrito; el careo entre Álbany
y el rey; el fuego de zapador). En su escasez de medios, es muy entretenida.
Eso sí, con bastante sangre de por medio.
La Puntilla: “¡Carta Magna mis cojones!. Os vais a enterar
ahora lo que es un rey furioso: voy a despedazaros y a comerme vuestro puto
corazón”.
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