Vista En: Cosmopolitan, domingo 13 de mayo de 2007.
Título Original: Thirteen Days.
Director: Roger Donaldson.
Guión: David Self, basado en el libro Las Cintas de
Kennedy Dentro de la Casa Blanca Durante la Crisis de los Misiles Cubanos, de
Ernest R. May y Philip D. Zelikow, publicado en 1997. Género: Drama.
Música: Trevor Jones. Fotografía: Andrzej Bartkowiak.
Decorados: Denise Pizzini. Vestuario: Isis Mussenden.
Productoras: New Line Cinema, Beacon Communications,
Beacon Pictures y Tig Productions. Presupuesto: ±80.000.000 $.
País: USA. Año: 2000. Duración: 145 minutos. Color.
Reparto:
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Personajes:
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Kevin Costner
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Kenny O’Donnell
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Bruce Greenwood
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John F. Kennedy
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Steven Culp
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Robert F. Kennedy
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Dylan Baker
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Robert McNamara
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Bill Smitrovich
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General Maxwell Taylor
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Henry Strozier
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Dean Rusk
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Ed Lauter
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General Marshall Carter
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Michael Fairman
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Adlai Stevenson
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Walter Adrian
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Lyndon Johnson
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Kevin Conway
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General Curtis LeMay
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James Karen
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George Ball
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Elya Baskin
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Anotoly Dobrinyn
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(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: En 1962, el presidente de los USA John
Fitzgerald Kennedy, su hermano Robert y el asesor del presidente Kenny
O’Donnell se ven inmersos en una crisis al saber que la URSS ha enviado varios
misiles a Cuba. Ello causa el pánico a escala global de una guerra nuclear
abierta entre los dos países, haciendo que los tres busquen la manera de evitar
el conflicto armado.
Crítica: El siempre artesano y solvente Roger
Donaldson, artífice de títulos como No Hay Salida [1987] y Un Pueblo Llamado
Dante’s Peak [1997], recrea con gran cuidado y detalle las casi dos semanas más
negras de toda la Guerra Fría, reuniéndose precisamente con la estrella de su
peli del 87 para meterse muy adecuadamente en la piel del asesor en vez del
dignatario, al que le da vida un más que fantástico Bruce Greenwood (la
entrevista de Kennedy con el general LeMay, en que el primero le pregunta al
segundo que harían los rusos en caso de lanzar sus misiles: la respuesta de
LeMay es tan delirante como a la vez ingenua; O’Donnell, encarándose con ambos
Kennedy sobre una idea filtrada a la prensa para terminar con la crisis; éste,
encontrándose con una chica en una reunión: el uso de la cámara resulta
excepcionalmente logrado para crear tensión y entender el miedo palpable de ese
tiempo). Captando el ambiente de paranoia tanto como la época entre que
transcurre, Donaldson refleja de un modo sencillo las dos guerras abiertas,
externa e interna, dando a ver como el arrojo de unos pocos salvaron a muchos
(Kennedy y su gabinete interno, planteando si los militares soviéticos no
habrán derrocado al Premier Kruschev en un golpe de estado; la brecha abierta
entre los Kennedy y todo el conglomerado militar: unos buscando la paz, los
otros deseando entrar en guerra; Kennedy, ordenando a O’Donnell que mande a su
perro de presa a la ONU para frenar al embajador de la URSS: un duelo para la
historia del siglo XX). Aunque peca de que de antemano ya se sabe como acaba,
eliminando el factor sorpresa, Trece Días es un magnífico análisis de lo cerca
que se estuvo de borrar toda vida humana del planeta, importando más el
contenido que el final. Un puzzle de intrigas y mentiras rodado con pulcritud y
elegancia, y un caso sentenciado de excelencia del séptimo arte. Cine pata
negra.
La Puntilla: Que sepas el final de una historia no implica
que sepas el porqué se llegó a ese final. Y conocer ese porqué siempre es
importante.
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