Vista En: Cuatro, viernes 1 de abril de 2016.
Título Original: Ice Twisters.
Director: Steven R. Monroe.
Guión: Andrew C. Erin, basada en una historia
original de Andrew C.Erin y Paul A. Birkett. Género: Ciencia Ficción.
Música: Michael Richard Plowman. Fotografía: Anthony C. Metchie.
Decorados: John Tiffen. Vestuario: Farnaz Khaki-Sadigh.
Productoras: Cinetel Films, Ice Twisters Productions y
Insight Film Studios.
Presupuesto: ±2.140.000 $.
Países: Canadá y USA. Año: 2009. Duración: 86 minutos. Color.
Reparto:
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Personajes:
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Mark Moses
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Charlie Price
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Camille Sullivan
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Joanne
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Kaj-Erik Eriksen
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Eric
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Alex Zahara
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Damon Jarwell
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Ryan Kennedy
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Gary
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Luisa D’Oliveira
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Ashley
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Chelan Simmons
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Nora Elman
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Robert Moloney
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Frank
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Dion Johnstone
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Bill
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Nicholas Carella
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Phil
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Ingrid Mila Torrance
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Dra. Austin
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Rob Hayter
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Guarda
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(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: Charlie Price, un antiguo científico del
gobierno reconvertido en un conocido autor de ciencia ficción, se ve en mitad
de lo que podría ser una de sus novelas cuando durante la promoción de su
último libro en Portland unos tornados sacuden el pueblo, con una peculiaridad:
que cada uno de esos tornados llega por sorpresa, provocando heladas glaciares
de él.
Crítica: Soberana majadería pseudo-científica cuyo
único aliciente principal es el aviso sobre los siempre polémicos experimentos
del gobierno para tener el control absoluto sobre la naturaleza, protagonizado
por el enigmático Paul Young de la serie Mujeres Desesperadas [2004], aquí en
plan más graciosete y con perilla de tres días, y la Suki Taylor de la serie La
Clave Da Vinci [2001], en otro de esos delirios catastrofistas de la serie B
amante de todo desvarío científico en función de dar un espectáculo que se
antoja divertido a pesar de lo imposible de su premisa (Charlie, explicando el
origen de los tornados de hielo; éstos, causando unas congelaciones
instantáneas hechos de la manera más floja y poco creíble del mundo; Charlie,
amenazando con revelar lo que sabe con tal de que le dejen unirse a la
investigación: ¿es que Joanne y Eric son tan ignorantes como para desconocer
las acusaciones por difamación o alarmismo innecesario?). Por encima de unos
efectos especiales deficientes, y de unas actuaciones que superan ampliamente
el límite de lo acartonadas, la película pasa su metraje dejándose ver como un
trabajo que tiene la misma solidez que el queso recién fundido, acumulando
despropósitos uno tras otro (Frank, otro burócrata ambicioso dispuesto a lo que
sea con tal de tener todo bajo su control exclusivo; Charlie y los demás,
caminando junto a los restos de un accidente de tren, buscando supervivientes:
¿y no ven el riesgo de que hubiera alguna posible explosión inesperada?; la
subtrama de Gary y Charlie, innecesaria y que aparece y desaparece tan rápido
como los tornados). Autor de 9 Extraños y de Al Acecho [ambas de 2005], Monroe
dirige otro ejemplo de telefilm de fin de semana, una propuesta brutal en su
falta de rigor y que se limita a saltarse las leyes de la física con la energía
de una explosión nuclear. Tornados de Hielo es lo que parece: un chiste
convertido en película.
La Puntilla: Ah, la serie B. Qué sería del cine sin esas
ideas tan chifladísimas que hasta resultan entrañables. Entrañables en su
patetismo, claro.
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