Vista En: Tele 5, viernes 3 de marzo de 1995.
Título Original: The Terminator.
Director: James Cameron.
Guión: James Cameron y Gale Anne Hurd. Género: Ciencia Ficción.
Música: Brad Fiedel. Fotografía: Adam Greenberg.
Decorados: Maria Rebman Caso. Vestuario: Hilary Wright.
Productoras: Hemdale Film, Pacific Western, Euro Film
Funding y Cinema 84. Presupuesto: ±6.400.000 $.
Países: USA y Reino Unido. Año: 1984. Duración: 107 minutos. Color.
Reparto:
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Personajes:
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Arnold Schwarzenegger
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Terminator
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Michael Biehn
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Kyle Reese
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Linda Hamilton
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Sarah Connor
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Paul Winfield
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Teniente Ed Traxler
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Lance Henriksen
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Detective Hal Vukovich
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Rick Rossovich
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Matt Buchanan
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Bess Motta
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Ginger Ventura
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Earl Boen
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Dr. Peter Silberman
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Franco Columbu
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Terminator del futuro
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Bill Paxton
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Líder Punky
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Brad Rearden
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Punky #2
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Brian Thompson
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Punky #3
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(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: Sarah Connor es una camarera a la que un
desconocido, Reese, salva de ser asesinada. Huyendo juntos, Reese le revela que
su asesino es en verdad un Terminator, un organismo cibernético disfrazado como
ser humano enviado del año 2040 para evitar que nazca su hijo, John, líder de
la rebelión en contra de unas máquinas que provocarán un holocausto nuclear.
Crítica: Segunda película para James Cameron después
de la infausta Pirañas II: Los Vampiros del Mar [1981], cambiando radicalmente
de género para dar una visión demoledora del mundo cuyos efectos especiales son
a veces de una torpeza difícil de digerir, pero a veces de una maravilla que
deja sin aliento, convirtiendo al
forzudo de Conan el Bárbaro [John Milius, 1982] en un ángel de la destrucción
en versión futurista, cuya actuación se come literalmente a sus partenaires
humanos (el Terminator, arreglándose un ojo dañado: a pesar de que es breve, el
cantazo a muñeco es inconfundible; Kyle, en comisaría, explicando de dónde
viene y para qué viene: un instante bien rodado que le transforma en un
esquizofrénico al que nadie cree; el Terminator, surgiendo de entre las llamas
como un Satanás metalizado: el trabajo de Stan Winston para crearlo es
extraordinario). Una parábola sobre la humanidad que le toma el pulso a la
Guerra Fría USA-URSS para llevarla al extremo más desolador, en una carrera a
contrarreloj de la que parece no hay escapatoria («Volveré»: un momento cumbre
por como vuelve, y una palabreja para la historia del cine; Sarah, soñando con
el futuro descrito por Kyle: un muy disimulado aviso de lo que quedaría de la
raza humana tras un holocausto nuclear). Guardándose un leve toque de humor y
otro de intriga, Terminator es una deliciosa joya desde el minuto uno por la
fuerza de una historia que surge en el momento preciso para ponderar sobre
evitar un futuro que aún está por ocurrir (el Terminator, visitando una
armería, o su forma de contestar al casero de su habitación de motel; esas
veladas alusiones al padre de John; Sarah, una chica atrapada por una presente
sin salida y un futuro que no desea). Con dos finales, el primero dramático y
el segundo evocador en su negrura, Cameron brinda un nombre a retener en la
memoria: T-800. Él es la peli. Lo demás, puramente satelital.
La Puntilla: No sé cuantos fines del mundo se han visto en
el cine, pero por como avanza la tecnología, éste da escalofríos. Vaya que si
los da.
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