Vista En: Cines Odeón (Corvera), miércoles 28 de
septiembre de 2016.
Título Original: Tarde para la Ira.
Director: Raúl Arévalo.
Guión: Raúl Arévalo. Género: Intriga.
Música: Lucio Godoy y Vanessa Garde. Fotografía: Arnau Valls Colomer.
Decorados: [Desconocido]. Vestuario: Cristina Rodríguez y Alberto Valcárcel.
Productoras: Agosto la Película y La Canica Films.
Presupuesto: ±1.200.000 € (±1.350.000 $).
País: España. Año: 2016. Duración: 92 minutos. Color.
Reparto:
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Personajes:
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Antonio de la Torre
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José
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Luis Callejo
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Curro
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Ruth Díaz
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Ana
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Raúl Jiménez
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Juanjo
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Manolo Solo
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Santi
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Font García
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Julio
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Pilar Gómez
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Pili
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Alicia Rubio
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Carmen
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Gaizka Ardanaz
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Toñín
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Luna Martín
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Sara
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Chani Martín
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Marcelo
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Enrique de la Torre
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Luismi
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(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: José es un hombre que se interesa por Ana,
hermana de Juanjo, un amigo suyo que lleva el bar donde él suele ir. Pero su
verdadero interés es acercarse a Curro, novio de Ana, al que tras salir de la
cárcel tras ocho años de condena le obliga a buscar a sus antiguos compinches
del atraco por el que fue condenado, para ajustar cuentas por una muerte que
causaron.
Crítica: Arévalo, protagonista de La Isla Mínima
[Alberto Rodríguez, 2014] se pasa a la dirección con una especie de remake de
El Justiciero de la Ciudad [Michael Winner, 1973] pero ambientado en una España
profunda, visceral y cargada de rencores, en la que Antonio de la Torre ofrece
todo un recital de contención con uno de sus papeles diseñados para traspasar
la pantalla con la fuerza de un misil (su primer tercio, dónde el interés de
José hacia Ana casi hace parecer que el film es un drama romántico; Curro, un
hombre al que le puede su pasado violento pero que se ve atrapado en algo más
peligroso que él mismo: la charla a tres entre José, él y Santi es de infarto
en su creciente tensión; el retrato de José, un ser incapaz de pasar página
dispuesto a rendir cuentas sin importar quién caiga por el camino). Un producto
con unas dosis de amargura y aspereza considerables que toma elementos de
títulos como Sed de Venganza [George Tillman Jr., 2010] pero que destierra todo
atisbo de acción para ir a terrenos más sentimentales que meramente
adrenalíticos (la visita a Julio, plagada de tópicos vistos hasta en la sopa, y
sirve para ofrecer una perspectiva del ‘antes’ al ‘ahora’ y de las
implicaciones que conlleva; la expresión de Curro cuando José desata toda su
ira reprimida por primera vez, dándose cuenta de que se ha metido en un viaje
sin retorno; Ana, pasando el tiempo viendo unas cintas de video, encontrándose
más de lo que esperaba). Tarde para la Ira es una mirada angosta, cruel y
macabra, de lo que supone el cometer errores cuyas consecuencias pueden ser
devastadores (el prólogo, en donde se ve que algo gordo está pasando), cuyo
final se queda algo cojo y al que le faltan ciertos detalles para ser más
redonda (la policía, que ni está ni se la espera; el final, largamente esperado
para ver que pasa). Dista y mucho de ser perfecta, pero también de ser un error
garrafal. De lo más mañosa.
La Puntilla: Cuídate de hacer daño a otra persona. Porque
ese daño acabará por volver cuando menos lo esperes. Y lo hará multiplicado por
tres.
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