Vista En: La 2, lunes 16 de febrero de 2001.
Título Original: Taxi Driver.
Director: Martin Scorsese.
Guión: Paul Schrader. Género: Drama.
Música: Bernard Hermann. Fotografía: Michael Chapman.
Decorados: Herbert Mulligan. Vestuario: Ruth Morley.
Productoras: Columbia Pictures Corporation, Columbia
Pictures, Italo/Judeo Productions y Bill/Phillips. Presupuesto: ±1.300.000 $.
País: USA. Año: 1976. Duración: 113 minutos. Color.
Reparto:
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Personajes:
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Robert De Niro
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Travis Bickle
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Jodie Foster
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Iris ‘Fácil’ Steensma
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Harvey Keitel
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Matthew Higgins ‘Sport’
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Norman Matlock
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Charlie T
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Peter Boyle
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Wizard
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Victor Argo
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Melio
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Albert Brooks
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Tom
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Cybill Shepherd
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Betsy
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Leonard Harris
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Charles Palantine
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Steven Prince
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Andy, el vendedor de armas
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Peter Savage
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El John
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Bill Minkin
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Asistente de Tom
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(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: Travis Bickle, veterano de la guerra de
Vietnam con problemas de insomnio, decide meterse a taxista en el turno de
noche. El degradado y visceral ambiente de Nueva York y su encuentro accidental
con una prostituta adolescente irán haciendo mella en él, obsesionado cada vez
más con limpiar las calles de la delincuencia y la corrupción que la infestan.
Crítica: Tres años después de su primera película
juntos, Scorsese y De Niro vuelven a coincidir para crear una verdadera epopeya
por las miserias de una ciudad que parece hundirse en los infiernos de los
barrios bajos, con un Travis Bickle en unos niveles inconmensurables de gracia
actoral y degradación, que aportan momentos que van de lo ridículo a lo
sensacional con la facilidad de un pestañeo (la primera charla entre Travis y
Sport, una escena que parece ir a ninguna parte, pero que va dejando pistas;
Iris, o una Jodie Foster en uno de esos papeles que hunden carreras o las
lanzan al estrellato: sus 13 añitos son para quitar el hipo de bien que lo hace
en escabrosidad; éste, fingiendo dispararse en la cabeza: para echarse a
temblar en su demencia). Un viaje a los infiernos con pocas luces y muchas
sombras que cuenta con un grupo de secundarios bien avenidos, destacando un
impresionante Peter Boyle o Cybill Shepherd, aportando un carisma fuera de toda
duda. Magistral en la partitura del compositor habitual de Hitchcock en su
último trabajo para el cine y con una fotografía que se recrea en la
inmundicia, Taxi Driver supone un reto que repele por su nivel de atmósfera malsana
y viciada, así como la historia de un hombre al que parecen forzar a la
violencia (la forma en que llaman a Travis Matador como apodo; éste, ensayando
en su casa, practicando para sacar las armas y liarse a tiros: no hay palabras
que definan lo grandioso del momento; la cara de Betsy al ver el tipo de cine
al que Travis pretende llevarla). Con un ritmo lento pero seguro y un pulso
narrativo milimétrico como un reloj suizo, Martin Scorsese remata en alto un
lujo de película con un final paroxístico y brutal, con algún enigma dejado al
aire (esos recortes de periódico que Travis tiene en la pared) que dan un
inmejorable broche de oro. Un largometraje al que nada le falta ni le sobra. Si
no es perfección, está muy cerca de serlo.
La Puntilla: ¿Es posible que exista alguien que no haya
alguna vez lo mismo que Travis hace ante el espejo?. Francamente...lo dudo
mucho.
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