Vista En: Antena 3, lunes 15 de octubre de 2001.
Título Original: The Game.
Director: David Fincher.
Guión: John Brancato y Michael Ferris. Género: Intriga.
Música: Howard Shore. Fotografía: Harris Savides.
Decorados: Jackie Carr. Vestuario: Michael Kaplan.
Productoras: Polygram Filmed Entertainment, Propaganda
Films y A&B Producoes, Lda. Presupuesto: ±50.000.000 $.
País: USA. Año: 1997. Duración: 129 minutos. Color.
Reparto:
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Personajes:
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Michael Douglas
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Nicholas Van Orton
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Sean Penn
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Conrad Van Orton
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Deborah Kara Unger
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Christine
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James Rebhorn
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Jim Feingold
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Peter Donat
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Samuel Sutherland
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Carroll Baker
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Ilsa
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Anna Katarina
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Elizabeth
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Armin Mueller-Stahl
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Anson Baer
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Elizabeth Dennehy
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Maria
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Charles Martinet
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Padre de Nicholas
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Florentine Mocanu
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Madre de Nicholas
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Scott Hunter McGuire
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Nicholas de joven
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(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: Nicholas Van Orton es un millonario banquero
al que su hermano Conrad visita para hacerle un pequeño regalo de cumpleaños en
forma de un nuevo tipo de juego de una empresa llamada CRS. Pero cuando éste
decide ir a ver de qué se trata entra en una espiral en la que, temiendo por su
vida, se ve obligado a huir y a sacar todo su ingenio para escapar de ellos.
Crítica: Dos años después de su impresionante y
aclamada Seven, Fincher se embarca en un proyecto de altos vuelos valioso por
su reparto como la puesta en escena de la que hace gala un guión malévolo y
enrevesado hasta límites del infarto, jugando con una contante y pura angustia
dejado atrás un inicio que sienta las bases y códigos de la misma (Nicholas Van
Orton, una especie de copia/hermano bastardo de su Gordon Gekko de Wall Street
[Oliver Stone, 1987], tan asquerosamente rico como repelente; éste, en casa de
Christine, descubriendo que algo que no es comida comienza a humear, un indicio
que tendrá súbitas e inesperadas consecuencias; el terrible momento en el que
se ve dentro de un taxi que se hunde en el río, sin posibilidad de escapar).
Con Howard Shore haciendo por la película lo que hizo por la citada Seven, con
un piano de sonidos intrigantes y secundarios estupendos desde la bella Deborah
Kara Unger, un imponente Sean Penn o el simpático Armin Mueller-Stahl, todo el
metraje destila una maldad latente, nunca visible pero siempre presente,
esperando la ocasión para atacar (la furiosa reacción de Nicholas en un bar, al
ver un anuncio de TV; éste, comprobando como de pronto y sin esperarlo puede
hablar con la propia TV; su insólito despertar, encontrándose en algo que no es
una cama y muy lejos de casa: un cambio de coordenadas que da a entender la
inmensa evolución personal de su personaje). The Game, aunque a veces flaquea
por el hecho de que es ‘demasiado perfecta’ incluso cuando intentan restarle
dicha perfección, es un trepidante viaje en donde peligro y sorpresa son sus
armas de atracción masiva para crear un espectáculo cuyo viaje es más valioso
que su final (Conrad, cada vez más paranoico y asustado: sus dos últimas apariciones
son un shock) dejando en el recuerdo un trabajo ejecutado con la precisión de
un francotirador que va directo al corazón.
La Puntilla: ¿Qué se le puede regalar a un hombre que lo
tiene todo?. Fácil: algo que le haga replantearse qué es lo que realmente tiene.
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