Vista En: Youtube, martes 27 de septiembre de 2016.
Título Original: Taiyô no Ôji Horusu no Daibôken [N. del T.:
The Adventures of Horus, Prince of the Sun].
Director: Isao Takahata.
Guión: Kazuo Fukazawa. Género: Animación.
Música: Michio Mamiya. Dirección Artística: Mataji Urata.
Productora: Toei Doga. Presupuesto: [Desconocido].
País: Japón. Año: 1968. Duración: 82 minutos. Color.
Voces Originales:
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Personajes:
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Hisako Ôkata
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Hols
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Mikijirô Hira
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Grunwald, el demonio del hielo
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Yukari Asai
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Coro, el osezno
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Etsuko Ichihara
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Hilda
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Noriko Ohara
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Chiro
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Junko Hori
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Frep
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Hisashi Yokomori
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Padre de Hols/Toto, el búho blanco
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Eijirô Tôno
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Ganko, el herrero
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Masao Mishima
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Jefe de la aldea
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Tadashi Yokouchi
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Paul/Mogue, el gigante de piedra
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Masaaki Tsusaka
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Lusan
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Asako Akazawa
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Pilia
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(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: Hols es un niño que tras un encuentro con un
gigante de piedra, se hace con una fabulosa espada. Su padre, antes de morir,
le ordena volver a su poblado de origen para derrotar a Grumwald, un demonio
que causaba el terror entre los hombres. En su viaje se encuentra con Hilda,
una joven que decide acompañarle, pero que guarda en su interior un terrible
secreto.
Crítica: Titulada en origen La Princesa Encantada
(algo que da lugar a error, ya que el protagonista es Hols y no Hilda), la
ópera prima de Takahata es un largometraje algo escueto en su duración pero
maravilloso tanto en la propia animación como en el mensaje que contiene, el
cual se desparrama a lo largo de todo su metraje casi desde el principio,
escondido en muchos pasajes de manera subliminal (Chiro y Toto, debatiendo con
Hilda sobre la posibilidad de cambiar su destino: el primero intentando que
ella tenga elección, el segundo buscando
que ella no se desvíe del plan previsto; el prólogo, sin explicaciones algunas,
donde Hols pelea contra una manada de lobos, solo para despertar a quien menos
se esperaba; Grumwald, un villano tan frío de corazón como el palacio en el que
vive). Suerte de versión libre del clásico cuento La Reina de las Nieves [Hans
Christian Andersen, 1844], la banda sonora y la mezcla de un par de géneros
como es aventuras y fantasía da pie a escenas casi oníricas en algún que otro
momento, como también a otros momentos de una acción más que atractiva (el
primer encuentro entre Hols y Hilda, con ella en la proa de un barco vikingo
como si fuese una sirena; el jefe de la aldea, un pusilánime que se deja
manipular por un consejero ávido de poder para convertirse él en jefe;
Grumwald, conjurando sus lobos de viento para provocar una glaciación: un
instante visualmente poderoso en sus efectos). Ambientada certeramente en la
Edad de Hierro, para borrar todo atisbo de parecido con cualquier país moderno,
Las Aventuras de Hols, el Príncipe del Sol es una delicia de película tanto en
lo simpático de su propuesta como lo entrañable que resulta pese a algunos
pasajes algo desagradables (los aldeanos, rechazando las historias de Hols
sobre Grumwald), permitiéndose hasta homenajear a la leyenda del Rey Arturo
(Hols y la espada). Un cuento de los de siempre. De esos eternos.
La Puntilla: No hay arma más efectiva para combatir al mal
que la pureza y la fuerza de un corazón valiente.
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