Publicado El: Jueves, 11-Ago-2016. Nº De Serie: C25/TCM/0000752.
Vista En: Tele 5, sábado 4 de abril de 1998.
Título Original: The NeverEnding Story: The Next Chapter.
Director: George Miller.
Guión: Karin Howard, basado en la novela La Historia
Interminable, de Michael Ende, publicada en 1979. Género: Fantástico.
Música: Robert Folk. Fotografía: David Connell.
Decorados: Sandy Arthur. Vestuario: Heidi Wujek.
Productoras: Warner Bros., Bavaria Film, Cinevox
Filmproduktion GmbH y Dieter Geissler Filmproduktion. Presupuesto: ±36.000.000 $.
Países: USA y Alemania. Año: 1990. Duración: 90 minutos. Color.
Reparto:
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Personajes:
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Jonathan Brandis
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Bastian
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Kenny Morrison
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Atreyu
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Clarissa Burt
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Xayide
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John Wesley Shipp
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Barney
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Martin Umbach
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Nimbly
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Alexandra Johnes
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La Emperatriz Infantil
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Thomas Hill
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Sr. Koreander
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Helena Michell
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Madre de Bastian
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Chris Burton
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Tres Caras
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Patricia Fugger
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Tocadora del arpa
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Birge Schade
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Windbride
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Claudio Maniscalco
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Hombre Lava
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(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: Bastian se ve obligado a regresar a Fantasía
ante la amenaza de Xayide, una bruja que aspira a destruir todo el reino
invocando de nuevo a la nada. Al saber que Bastian tiene el Auryn, Xayide diseña
un ingenio por el que Bastian perderá un recuerdo por cada deseo que pida, en
la idea de que con el tiempo, pierda todos sus recuerdos y así ella logrará
vencer.
Crítica: Fallido intento de proseguir con las
aventuras de Bastian más allá de la primera parte de 1984, en que el cambio de
protagonistas no solo no juega a su favor si no que se transforman en sendos
lastres por su total ausencia de credibilidad en sus papeles (Jonathan Brandis,
irritante y sin pizca de gracia ni ternura; John Wesley Shipp, con la emotividad
de una tabla; Xayide, una malvada tan arquetípica que resulta aburrida hasta
quedarse dormido). Pese a que los efectos especiales son a veces algo
ingeniosos (solo a veces), ni su guión ni su música están a un nivel
mínimamente decente, echando por tierra cada elemento de ella, situándose
exactamente en el mismo nivel de lo que de Conan, el Destructor [Richard
Fleischer, 1984], fue para Conan, el Bárbaro [John Milius, 1982]: una secuela
con un aire de necedad difícil de soportar a la que le fallan las fuerzas,
viviendo a la sombra de su predecesora (Bastian, llegando a la Ciudad de Plata,
cuyos habitantes se inspiran claramente en los carnavales venecianos; la chica
elegida para la Emperatriz Infantil: su único punto fuerte es lo poco que
aparece en pantalla; el disfraz de Umbach para hacer del pájaro Nimbly, tan
repelente y ortopédico como el utilizado para el espanto insufrible de Howard,
un Nuevo Héroe [Willard Huyck, 1986]). Hasta sacando sin rubor instantes de la
primera parte para utilizarlos de nuevo sin cambiar nada de ellos, George
Miller (nada que ver con el director de la saga de Mad Max) compone una
película deslavazada y sin coherencia alguna, que riza el rizo sin motivo, solo
para acabar siendo demasiado liosa de seguir (las caras de Barney mientras lee
las aventuras de su hijo mientras éste las vive; Bastian llegando a la Sala de
las Conspiraciones, con tres personajes absurdos incluso para Fantasía; los
soldados de Xayide, inquietantemente acartonados y tontos). Un film que se
hunde en su propia nadería sin remedio alguno.
La Puntilla: ¿Y cual era el motivo de la segunda parte?.
¿Arruinar el recuerdo de la primera?. Pues misión cumplida. Por desgracia.
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