Vista En: TVE-1, viernes 12 de septiembre de 2014.
Título Original: The Green Mile.
Director: Frank Darabont.
Guión: Frank Darabont, basado en la novela El
Pasillo de la Muerte, de Stephen King, publicado en 1996. Género: Drama.
Música: Thomas Newman. Fotografía: David Tattersall.
Decorados: Michael Seirton. Vestuario: Karyn Wagner.
Productoras: Castle Rock Entertainment, Darkwoods
Production y Warner Bros. Presupuesto: ±60.000.000 $.
País: USA. Año: 1999. Duración: 189 minutos. Color.
Reparto:
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Personajes:
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Tom Hanks
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Paul Edgecomb
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David Morse
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Brutus ‘Brutal’ Howell
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Michael Clarke Duncan
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John Coffey
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Bonnie Hunt
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Jan Edgecomb
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James Cromwell
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Alcaide Hal Moores
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Michael Jeter
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Eduard Delacroix
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Graham Greene
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Arlen Bitterbuck
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Doug Hutchison
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Percy Wetmore
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Sam Rockwell
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‘Wild Bill’ Wharton
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Barry Pepper
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Dean Stanton
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Jeffrey DeMunn
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Harry Terwilliger
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Harry Dean Stanton
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Toot-Toot
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(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: Un anciano en un asilo se desmaya al ver una
película en blanco y negro. Una amiga suya, preocupada por él, escucha de los
labios de éste la historia de su vida cuando, muchos años atrás, trabajaba como
guarda de una prisión en donde sucedieron unos acontecimientos asombrosos
entorno a un hombre condenado a morir, el enorme y a la vez asombroso John
Coffey.
Crítica: Cinco años después de su obra maestra Cadena
Perpetua [1994], el francés Frank Darabont regresa al tema carcelario adaptando
otra novela de Stephen King, cuya duración es exagerada con ganas pero a su
metraje no le falta contenido, logrando la difícil tarea de hacer entretenida
una producción con mucho que contar, cuyos personajes quedan definidos sin
escala de grises de un solo trazo (Percy, un sádico con aparente trastorno
borderline, al que Doug Hutchison otorga esa vileza que tan bien le sale;
Brutal, encarnado por el simpático David Morse, un rudo pero honesto guarda que
se lleva algún que otro momento divertido; Michael Clarke Duncan, olvidándose
de sus chistes a lo Armageddon [Michael Bay, 1998] para revelarse como un actor
dramático a todas luces tan impresionante como su hipermusculado físico).
Aprovechando esa duración para intercalar diversas tramas con la principal y de
esa manera mantener un interés constante, la banda sonora de Newman vuelve a
ser un gran punto a su favor, en tanto Tattersall hace prodigios en su retrato
de lo que era Estados Unidos en 1935, con algún cameo sensacional en su
brevedad (Gary Sinise, de nuevo junto a Tom Hanks después de Forrest Gump
[Robert Zemeckis, 1994]: su charla es, sin otros atributos, perfecta; el
momento en el que Edgecomb descubre que se ha curado de algo en teoría
incurable, lo que enlaza con la historia de la esposa del alcaide, a la que da
vida una siempre bella y talentosa Patricia Clarkson; Sam Rockwell, otro
villano de manual, de lo más desquiciado). Dejando una duda en el aire en
inicio nimia (la edad de Edgecomb en 1935) pero luego reveladora, La Milla
Verde se sitúa en un nivel de grandiosidad fílmica, con muchas virtudes y muy
pocos defectos a tenerse en cuenta (algún secundario, quizá poco aprovechado),
tan entrañable y a la vez simpática como un simple ratoncito blanco de nombre
Sr. Jingles.
La Puntilla: El mal es capaz de adoptar muchas formas.
Pero el bien también es capaz de eso. Y bueno sería aprender a distinguir entre
ambas.
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