Vista En: TCM, jueves 17 de noviembre de 2016.
Título Original: The Royal Tenenbaums.
Director: Wes Anderson.
Guión: Wes Anderson y Owen Wilson. Género: Comedia.
Música: Mark Mothersbaugh. Fotografía: Robert Yeoman.
Decorados: Shannon Canfield, Robert A. de Mar III, Sarah
E. McMillian, Kevin Melarkey, Gerard Morrone, Mark Simon y Gary Wattson. Vestuario: Karen Patch.
Productoras: Touchstone Pictures y American Empirical
Pictures.
Presupuesto: ±21.000.000 $.
País: USA. Año: 2001. Duración: 110 minutos. Color.
Reparto:
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Personajes:
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Alec Baldwin
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Narrador
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Gene Hackman
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Royal Tenenbaum
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Anjelica Huston
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Etheline Tenenbaum
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Ben Stiller
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Chas Tenenbaum
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Gwyneth Paltrow
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Margot Tenenbaum
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Luke Wilson
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Richie Tenenbaum
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Owen Wilson
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Eli Cash
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Bill Murray
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Raleigh St. Clair
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Danny Glover
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Henry Sherman
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Seymour Cassel
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Dusty
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Kumar Pallana
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Pagoda
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Larry Pine
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Peter Bradley
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(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: Royal Tenenbaum es el patriarca de un clan
familiar cuyos tres hijos, antaño niños prodigio, ahora viven una madurez
bastante más amarga de la que esperaban. Ante la inminente boda de Etheline, ex
mujer de Royal, con Henry Sherman, Royal reúne a su familia para comunicarles
que padece un cáncer de estómago, y que le queda poco tiempo de vida.
Crítica: El inclasificable director de Ladrón que Roba
a Otro Ladrón [1996] y Academia Rushmore [1998] es el encargado de dirigir una
fantástica comedia sobre familias con altos niveles de disfuncionalidad,
juntando a un reparto de quitar el hipo liderado por un Gene Hackman en estado
de perfección, y una Anjelica Huston también excepcional como matriarca de un
clan en donde no faltan los problemas (la relación de Royal con sus nietos,
emotiva y tierna a la par que divertida; la pose comatosa de Gwyneth Paltrow, una
chica cuyo personaje parece sumido en la apatía y la asepsia como forma de
vida; Chas Tenenbaum, un viudo incapaz de superar la muerte de su esposa y del
todo obsesionado con sobreproteger a sus hijos: Ben Stiller es otro al que
también parece faltarle sentimiento a pesar de lo bien que acomete el papel).
Usando Nueva York como eje central de la trama y una fotografía y música
decente y bien traídas para la ocasión, Anderson convierte lo extravagante en
cotidiano y lo absurdo en el pan de cada día, convirtiendo a la típica familia
americana en una pandilla de seres a los que la vida parece haber despojado de
alguno de sus tornillos (Eli Cash, un triunfador que pasa los días vestido de
vaquero debido a la ambientación de sus novelas; Henry Sherman, un envejecido
pero estupendo Danny Glover, enfrentándose a Royal sospechando que su cáncer
sea de todo menos real; el destino final de Buckley, un perrito Beagle que la
liará de forma tremebunda). Los Tenenbaums. Una Familia de Genios, gracias
exclusivamente a sus intérpretes y a la confrontación que se establece entre
ellos, es una comedia con algún tinte de drama bien llevado (Chas, Margot y
Richie, de tres triunfadores infantiles a tres fracasados adultos; éste último,
pintando a su hermana adoptiva Margot, enamorado secretamente de ella) y una
diversión digna del más cómico Woody Allen. Para pasarlo en grande.
La Puntilla: Hermanastros enamorados, cowboys de segunda y
una panda de niños incapaces de crecer. Eso no es una familia: es un manicomio.
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