Vista En: Cines Odeón (Corvera), martes 25 de octubre
de 2016.
Título Original: The Girl on the Train.
Director: Tate Taylor.
Guión: Erin Cressida Wilson, basado en la novela
homónima de Paula Hawkins, publicada en 2015. Género: Intriga.
Música: Danny Elfman. Fotografía: Charlotte Bruus Christensen.
Decorados: Susan Bode-Tyson. Vestuario: Michelle Matland y Ann Roth.
Productoras: Marc Platt Productions, Reliance
Entertainment, Storyteller Distribution, Amblin Entertainment y DreamWorks SKG.
Presupuesto: ±45.000.000 $.
País: USA. Año: 2016. Duración: 112 minutos. Color.
Reparto:
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Personajes:
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Emily Blunt
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Rachel
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Haley Bennett
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Megan
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Rebecca Ferguson
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Anna
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Justin Theroux
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Tom
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Luke Evans
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Scott
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Édgar Ramírez
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Dr. Kamal Abdic
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Laura Prepon
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Cathy
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Allison Janney
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Detective Riley
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Lisa Kudrow
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Martha
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Lana Young
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Doctor
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Gregory Morley
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Oficial Pete
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Mac Tavares
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Detective Gaskill
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(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: Rachel es una divorciada que pasa los días
viajando en tren de su casa a Nueva York y vuelta, perdida por los recuerdos de
su vida pasada al lado de Tom. Alcohólica e inestable, la desaparición de
Megan, una antigua vecina suya, la fuerza a buscarla en la creencia que la vio
la misma tarde que desapareció, temiendo que ella misma pudiera estar
implicada.
Crítica: Magnífica y perturbadora adaptación de la
novela de Hawkins hecha por el autor de Criadas y Señoras [2011] y I Feel Good:
La Historia de James Brown [2014], que tiene como principal atractivo la
actuación de Emily Blunt, en una poderosísima performance respaldada la de por
sus compañeras Haley Bennett y Rebecca Ferguson, en una crónica de caída y
redención dotada de una intriga y un malestar constante (Rachel, una mujer
hundida en su propia miseria entre recuerdos del pasado y un muy grave
alcoholismo presente; las lánguidas miradas de Megan, una chica marcada por un
terrible secreto de su juventud, atrapada en un matrimonio que la ahoga como
persona; Anna, una esposa y madre temerosa de la primera y obsesa mujer de su
marido). Pese a la confusión de sus diferentes set-pieces, que van saltando en
el tiempo de un lado a otro con demasiada facilidad para ir poco a poco
componiendo una panorámica humos y espejos donde la realidad y la verdad no
suelen confluir demasiadas veces (las sesiones de Megan con su doctor, un
estupendo Édgar Ramírez, que revelan una personalidad conflictiva; los intentos
de Rachel por recuperar su vida y su memoria, temerosa de si misma y sus
propios devaneos alcohólicos; Scott, ¿marido celoso y maltratador, o marido
devoto y amable?). Lenta pero segura, la fotografía y la música ayudan como
pueden la trama de una forma eficiente, dejando a La Chica del Tren como un
thriller perverso y lleno de una maldad manifiesta (Riley, una detective
demasiado segura de su versión de la historia; la breve pero lucida aparición
de Lisa Kudrow, dando fe que desde Friends [1995] ha llovido mucho; su tercio
final, demostrando que no hace falta ser católico para entender que los
demonios sí existen). Un film cargado de tintes malignos y descorazonadores,
reales como la vida misma y tan deslumbrante como su protagonista. Para
quitarse el sombrero.
La Puntilla: Si el alcohol te quita la habilidad de
separar realidad de ficción, ¿cómo saber si has hecho algo tan terrible que
luego lo olvidaste?.
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