Vista En: TVE-1, sábado 17 de julio de 2010.
Título Original: Police Academy: Mission in Moscow.
Director: Alan Metter.
Guión: Randolph Davis y Michele S. Chodos. Género: Comedia.
Música: Robert Folk. Fotografía: Charles Rosher Jr.
Decorados: Sergey Shiriaev. Vestuario: Natalia Dzubenko y Ernest Misko.
Productora: Warner Bros. Presupuesto: ±6.200.000 $.
País: USA. Año: 1994. Duración: 83 minutos. Color.
Reparto:
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Personajes:
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Michael Winslow
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Sargento Larvell Jones
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David Graf
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Sargento Eugene Tackleberry
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Leslie Easterbrook
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Capitán Debbie Callahan
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G.W. Bailey
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Capitán Thaddeus Harris
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George Gaynes
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Comandante Eric Lassard
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Christopher Lee
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Comandante Aleksandr Rakov
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Charlie Schlatter
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Cadete Kyle Connors
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Gregg Berger
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Teniente Talinsky
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Ron Perlman
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Konstantin Konali
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Claire Forlani
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Katrina
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Richard Israel
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Adam Sharp
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Alexander Skorokhod
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Boris Yeltsin
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(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: El comandante ruso Rakov, incapaz de detener
al mafioso Konali y su forma de blanquear dinero mediante un videojuego
altamente adictivo capaz de derribar cualquier sistema de seguridad, pide ayuda
al comandante Lassard y el resto de sus chicos para que le ayuden a detenerlo,
mientras que Konali planea un nuevo juego para derrocar a los poderes
mundiales.
Crítica: Cinco años tras el desastre que supuso Loca
Academia de Policía 6: Ciudad Sitiada [Peter Bonerz, 1989], Alan Metter,
realizador de Regreso a la Escuela [1986] y Nos Mudamos [1988] entre otras,
consigue lo que ninguna de las anteriores secuelas hizo, que es sepultar hasta
el fondo de la Fosa de las Marianas toda minima parte de decencia, calidad y
dignidad cinematográfica, coincidiendo con el décimo aniversario del estreno de
la saga que, dejando un par de detalle que más que sorpresa lo que causan es
vergüenza ajena (la inclusión de Christopher Lee como el Comandante Rakov, un
escarnio hasta lo indecible: ¿cómo diablos un actor de su leyenda se deja caer
por infumables pestilencias como ésta?; Ron Perlman, salido de su serie La
Bella y la Bestia [1987], haciendo del mafioso ruso una porquería de villano
cuyas ambiciones de control mundial son tan toscas como ridículas; Charlie
Schlatter, buscando ser graciosete, absurdo por completo y a años luz de Matt
McCoy (de Steve Guttenberg está a galaxias enteras). Metiéndose en lodazales de
inmundicia guionística y narrativas, ésta y su fotografía son igualmente
grises, llegando a límites de insignificancia extrema, haciendo de su apenas
hora y veinte una auténtica mamarrachada (Lassard, quien se las apaña él solo
para estar 100% ausente de la trama principal, perdido en las tierras de Lenin;
la referencia a Konali, un guiño nada disimulado a la empresa Konami; Tackleberry,
abriendo una puerta a patadas pensando en un acto delictivo, encontrando algo
muy diferente). Loca Academia de Policía 7: Misión en Moscú, necia hasta
niveles que es difícil concebir, no se salva de su propia revulsión ni siquiera
con una bella Claire Forlani o el mítico Christopher Lee, siendo un lamentable
y hasta denigrante espectáculo (Jones en bici, sin saber que apuntado). Tan
vomitiva como su banda sonora. Y de hecho, como absolutamente todo lo demás.
La Puntilla: Si la Guerra Fría volviese, esta película
sería el arma definitiva para acabar con ambos bandos: los mataría de
aburrimiento.
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