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Líbranos del Mal [2014]

 Publicado El: Martes, 3-Nov-2015. Nº De Serie: C25/TCM/0000237.
 Vista En: Cines Los Prados (Oviedo), sábado 6 de septiembre de 2014.
 Título Original: Deliver Us From Evil.
 Director: Scott Derrickson.
 Guión: Scott Derrickson, basado en el libro Cuidado con la Noche, de Ralph Sarchie, publicado en 2001. Género: Terror.
 Música: Christopher Young. Fotografía: Scott Kevan.
 Decorados: Ellen Christiansen. Vestuario: Christopher Peterson.
 Productoras: Screen Gems, Jerry Bruckheimer Films y LStar Capital.
 Presupuesto: ±30.000.000 $.
 País: USA. Año: 2014. Duración: 118 minutos. Color.

Reparto:
Personajes:
Eric Bana
Ralph Sarchie
Édgar Ramírez
Padre Joe Mendoza
Lulu Wilson
Christina Sarchie
Olivia Munn
Jen Sarchie
Chris Coy
Jimmy
Dorian Missick
Gordon
Sean Harris
Santino
Joel McHale
Butler
Mike Houston
Nadler
Olivia Horton
Jane
Scott Johnsen
Tnte. Griggs
Daniel Sauli
Salvatore

 (Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)

 Argumento: Ralph Sarchie es un sargento de la policía de Nueva York que se ve envuelto a varios casos interconectados: una madre que arrojó a su hijo al foso de los leones del zoo, un caso de maltrato doméstico, y otro de extrañas alteraciones en una casa, al parecer todo ello relacionado con la desaparición de varios veteranos tras su regreso de la guerra de Irak.

 Crítica: Lóbrega producción en la que el mal aparece con toda su fuerza y su horror, y en donde no faltan los instantes escabrosos y algún que otro tributo solapado (el cuerpo que Sarchie descubre en el sótano; el personaje de Jane, comiendo lo indecible; el inicio, guiño a El Exorcista [William Friedkin 1973], y la casa de los Sarchie, evocando un poco a Poltergeist [Tobe Hooper, 1982]. Mediante la mezcla de dos géneros como el policíaco y terror, Derrickson acomete una oscura disertación del ser humano así como de la naturaleza del mal en todas sus variantes (los primeros diálogos entre Mendoza y Sarchie). Christopher Young, todo un veterano en las películas de terror, ejecuta una banda sonora tétrica y amenazadora, así como la fotografía de Kevan hace de Nueva York una ciudad abigarrada y decadente (ausencia de sol, sempiterna lluvia, callejones de aspecto degradado y oscuro). Pese a tirar de los mismos tópicos ya vistos desde hace décadas y a repetir una fórmula gastada, no por ello menos inquietante (el búho de Christina; la grabación de Irak; el hallazgo de mensajes extraños), la película funciona como un mecanismo de precisión que sabe donde y cuando asombrar al espectador. El drama personal de cada personaje (Sarchie y su familia; el pasado de Mendoza) se transforma en una cruzada por la salvación, en un angustioso viaje por la negrura en el que nada ni nadie está a salvo. Una sórdida atmósfera que impregna cada recodo de la trama (las alucinaciones de Sarchie; los videos del zoo) y de la que surge una figura impactante en su mutilada apariencia física: el ex militar Santino, una especie de fuerza sobrenatural de lograda apariencia pero al mismo tiempo espeluznante, cuya fuerza es sobrecogedora. Una película que pese a un final bastante optimista, inspira suficiente tensión y pavor como para ir al corazón del espectador y hacerle sentir la esencia del verdadero mal.

 La Puntilla: “Uuuh, Padre Mendoza, que soy un poli con años de servicio. ¿De verdad espera que me asuste y me ponga a rezar?.”
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