Publicado El: Martes, 23-Feb-2016. Nº De Serie: C25/TCM/0000415.
Vista En: Antena 3, domingo 31 de marzo de 2002.
Título Original: Yesterday’s Children.
Director: Marcus Cole.
Guión: Sarah Bird y Richard Leder, basado en la
novela homónima de Jenny Cockell, publicada en 1994. Género: Drama.
Música: Patrick Williams. Fotografía: James Bartle.
Decorados: Josie MacAvin. Vestuario: Grania Preston.
Productoras: Cosgrove/Meurer Productions y World International Network.
Productoras: Cosgrove/Meurer Productions y World International Network.
Presupuesto: [Desconocido].
País: USA. Año: 2000. Duración: 93 minutos. Color.
Reparto:
|
Personajes:
|
Jane Seymour
|
Jenny Cole/Mary Sutton
|
Clancy Brown
|
Doug Cole
|
Kyle Howard
|
Kevin Cole
|
Denis Conway
|
Padre Kelly
|
Eoin McCarthy
|
John Sutton
|
Cillian Caffrey
|
Joven Sonny
|
Stanley Anderson
|
Dr. Christopher Garrison
|
Claire Bloom
|
Maggie
|
Hume Cronyn
|
Sonny Sutton
|
Peadar Lamb
|
Arthur McSweeney
|
Conor Evans
|
Thomas Layden
|
Frances Burke
|
Elizabeth Sutton
|
(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: Jenny Cole es una arquitecto, casada y con un
hijo adolescente, que a partir de su segundo embarazo empieza a verse acosada
por pesadillas recurrentes de una vida anterior. Después de probar con sesiones
de hipnosis, Jenny se embarca en un viaje que la llevará hasta Irlanda para
encontrar a la familia de sus visiones, en una búsqueda que cambiará muchas
vidas.
Crítica: Película para TV
basada en el caso real, llevado posteriormente a la novela, donde quien en su
día fue chica Bond ofrece un trabajo redondo en su doble papel, al lado de un
Hume Cronyn magnífico a sus
89 años a la espalda (las visiones de Jenny sobre Mary, desgarradoras; el
primer encuentro entre Jenny y Sonny, en un cementerio). Curtido director en el
formato doméstico, Marcus Cole dirige una película con un par de aciertos como
su fotografía en lo tocante a sus escenas rodadas en Irlanda, y la presencia
del villano de Los Inmortales [Russell Mulcahy, 1986], un Clancy Brown
encargado de aportar el toque escéptico al argumento (su retrato de Doug Cole
es tan simple como a la vez muy correcto, encarnando a un hombre sencillo que
se ve superado por las circunstancias). Lejos de ser un largometraje
especialmente brillante pero también de un despropósito total, el firmante de
La Estación de la Esperanza [1994] e Infancia Perdida [1997] entre tantas
otras, se las apaña para hacer una
propuesta que aborda el tema de la reencarnación desde diversos puntos de
vista, todos ellos chocando entre sí en la búsqueda de la verdad (la charla de
Jenny con un sacerdote; la pulsión de Jenny sobre los recuerdos de Mary y como
le afectan en su vida cotidiana; Doug, intentando echar por tierra todo intento
de darle credibilidad a lo que le sucede a su esposa). De banda sonora apenas
sobria y funcional y con un par de giros de guión que se ciñen a lo que fueron
los hechos reales vividos por Jenny, Los Hijos del Ayer es una película cuya
factura, modestísima pero bien llevada, la hace elevarse por encima de la media
para convertirse en una vivencia donde lo sobrenatural se supedita a lo humano
(Jenny, buscando a su yo del pasado; una emotiva reunión junto a la tumba de
Mary), donde una Jane Seymour bellísima y talentosa es el motor de una cinta
hecha para replantearse lo que es la vida y la otra vida.
La Puntilla: ¿Amar tanto a unos hijos que por ellos
vuelves del Más Allá para reencontrarlos?. Pues si eso no da esperanza, no sé
qué puede darla.
No hay comentarios:
Publicar un comentario