Publicado El: Sábado, 22-Ago-2015. Nº De Serie: C25/TCM/0000116.
Vista En: Tele 5, miércoles 4 de junio de 1997.
Vista En: Tele 5, miércoles 4 de junio de 1997.
Título Original: Highlander III: the Sorcerer.
Director: Andrew Monahan.
Guión: Paul Ohl, basado en una historia original de
Brad Mirman y William N. Panzer. Género: Fantástico.
Música: J. Peter Robinson. Fotografía: Steven Chivers.
Decorados: Paul Hotte y Jean Kazemirchuk. Vestuario: Jackie Budin y Mario Davignon.
Productoras: Fallingcloud, Initial Groupe, Lumière Pictures y Transfilm.
Productoras: Fallingcloud, Initial Groupe, Lumière Pictures y Transfilm.
Presupuesto: ±26.000.000 $.
Países: Canadá, Francia y Reino Unido. Año: 1994. Duración: 99 minutos. Color.
Reparto:
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Personajes:
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Christopher Lambert
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Conner MacLeod/Russell Nash
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Mario Van Peebles
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Kane
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Deborah Kara Unger
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Alex Johnson/Sarah Barrington
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Mako
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Nakano
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Raoul Trujillo
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Guerrero #1
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Jean-Pierre Pérusse
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Guerrero #2
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Martin Neufeld
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Teniente John Stenn
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Daniel Do
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Dr. Fuji Takamura
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Louis Bertignac
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Pierre Bouchet
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Gabriel Kakon
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John MacLeod
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Michael Jayston
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Jack Donovan
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Chipo Chuipka
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Charlie
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(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: Conner McLeod disfruta de su vida como mortal
hasta el día que descubre que Kane, un inmortal al que había dado por muerto
tras una visita a Japón siglos atrás, no solo sigue vivo si no que además posee
los poderes de un antiguo brujo. Su presencia devuelve la inmortalidad a
McLeod, que debe retomar la espada para matarle antes de que Kane consiga El
Premio.
Crítica: Mediocre tercera entrega de la saga
protagonizada por Christopher Lambert, pero que en teoría se ubicaría
cronológicamente entre la primera y la segunda parte, a la que ignora como si
nunca hubiera ocurrido, y en donde a un villano incapaz de imponer respeto
(Mario Van Peebles, buscando imitar la socarronería de Wesley Snipes en
Demolition Man [Marco Brambilla, 1993], con lamentables resultados) se une un
guión que da signos más que evidentes de cansancio, funcionando por repetición
que por originalidad (la innecesaria conexión entre Nakano y Ramírez; el
Teniente Stenn, contando a Alex el caso del “cortacabezas” de la primera parte
y lo sucedido con Brenda). Un film de factura más modesta y discreta que sus
dos predecesoras (sus flashbacks, tan apenas endebles como entretenidos,
confirman su falta de medios), con una banda sonora tan rutinaria como el resto
del largometraje con excepción del vibrante “Bonny Portmore” cantado por Loreena
McKennitt, y una fotografía nada excepcional (la parte en España; la cueva de
Nakano), y que además se permite giros argumentales no explorados antes que
traicionan el espíritu de la franquicia (McLeod, quebrantando la Regla de Oro
de los inmortales, y su inesperada consecuencia: de lo poco realmente
espectacular). Poseedora de un reparto extraño en su conjunto (un breve Mako,
que parece la autoversión más avejentada del mago que interpretó en Conan, el
Bárbaro [John Milius, 1982]; Deborah Kara Unger: sin duda lo mejor de la
película) y unos efectos especiales que causan la risa (McLeod, cortando a Kane
en dos por la cintura: su resolución es digna del mejor truco de ilusionismo
barato), Monahan hace lo que puede en un film que se sitúa cerca de los niveles
de Los Inmortales II: El Desafío [Russell Mulcahy, 1991] y se desinfla con
rapidez en una rutina que se antoja superflua, cayendo pesadamente por la
pendiente del sinsentido.
La Puntilla: ¡Un segundo, que aún no me lo creo!. ¿Una especie
de samurai japonés...negro?. ¿En serio?. ¿¡Y esperáis que me lo trague!?.
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