Vista En: 13 TV, jueves 13 de julio de 2017.
Título Original: Conquest of the Planet of the Apes.
Director: J. Lee Thompson.
Guión: Paul Dehn, inspirado en la novela El Planeta
de los Simios, de Pierre Boulle, publicada en 1963. Género: Ciencia Ficción.
Música: Tom Scott. Fotografía: Bruce Surtees.
Decorados: Norman Rockett. Vestuario: Morton Haack, sin acreditar.
Productoras: APJAC Productions y Twentieth Century Fox
Film Corporation.
Presupuesto: ±1.700.000 $.
País: USA. Año: 1972. Duración: 88 minutos. Color.
Reparto:
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Personajes:
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Roddy McDowall
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César
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Ricardo Montalban
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Armando
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Don Murray
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Gobernador Breck
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Natalie Trundy
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Lisa
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Joyce Haber
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Zelda
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Hari Rhodes
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MacDonald
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Severn Darden
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Kolp
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Asa Maynor
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Sra. Riley
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H.M. Wynant
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Hoskyns
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David Chow
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Aldo
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Lou Wagner
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Busboy
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John Randolph
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Presidente de la Comisión
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(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: En 1991, 18 años después de la llegada y
posterior ejecución de dos simios llegados del futuro, su hijo César es
ocultado del resto de humanos por Armando, dueño de un circo. Pero cuando por
accidente habla en público y Armando muere poco después en un interrogatorio,
César se oculta entre el resto de simios, donde organiza una rebelión contra
los humanos.
Crítica: Cuarta entrega de la franquicia iniciada con
El Planeta de los Simios [Franklin J. Schaffner, 1968], en la que el veterano
realizador de las geniales Los Cañones de Navarone [1961] y El Cabo del Terror
[1962] entre otras hace un leve salto en el tiempo con respecto a la tercera
parte para dar una serie de pinceladas sobre la humanidad llenas de negras
lecturas subliminales, con una puesta en escena sencilla y un guión igualmente
sencillo, pero que sabe qué teclas pulsar para remover conciencias (la sociedad
de 1991, obsesionada con tener unas perfectas mascotas esclavas a las que odian
y temen al mismo tiempo; McDonald, aportando un acertado toque de protesta
racial: su careo con César acerca del mundo y la libertad es perfecto; el
vestuario, separando y mucho a humanos de simios, en tanto los primeros semejan
y no por azar a oficiales del Tercer Reich). A pesar de algunas incoherencias
narrativas en las que la tercera parte también incurría con respecto a la
película de Schaffner, la artesanía de Thompson le hace extrapolar los
disturbios raciales de Martin Luther King y Malcolm X para llevarlos a una
nueva dimensión, con un Roddy McDowall perfecto (el cambio de nombre respecto a
Regreso al Planeta de los Simios [Don Taylor, 1971] de Milo a César, no
aclarado ni siquiera de pasada; Dreck, ponderando sobre el odio del hombre
hacia los simios, un discurso con unas connotaciones más que agoreras; Ricardo
Montalbán, repitiendo su papel de la anterior peli con el mismo encanto,
sufriendo un interrogatorio digno de las S.S. de Adolf Hitler). Breve en
duración y mucho más humilde en recursos, La Rebelión de los Simios es un punto
de inflexión de la saga rodado con una calidad suficiente para ser un amargo
relato sobre revoluciones y sociedades un tanto dictatoriales donde bondad y
compasión brillan por su ausencia. Un film con mucho más contenido del que
parece. Siniestramente fantástico.
La Puntilla: El mejor modo de que los humanos pierdan su
mundo es tratar a otra especie tan mal que ésta decida tomarse la revancha.
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