Vista En: Cines Odeón (Corvera), domingo 9 de julio de
2017.
Título Original: It Comes at Night.
Director: Trey Edward Shults.
Guión: Trey Edward Shults. Género: Intriga.
Música: Brian McOmber. Fotografía: Drew Daniels.
Decorados: Sally Levi. Vestuario: Meghan Kasperlik.
Productoras: Animal Kingdom y A24. Presupuesto: ±5.000.000 $.
País: USA. Año: 2017. Duración: 91 minutos. Color.
Reparto:
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Personajes:
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Joel Edgerton
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Paul
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Carmen Ejogo
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Sarah
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Kelvin Harrison Jr.
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Travis
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Christopher Abbott
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Will
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Riley Keough
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Kim
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Griffin Robert Faulkner
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Andrew
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David Pendleton
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Bud
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Mikey el perro
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Stanley el perro
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(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: Paul es un padre de familia refugiado en el
bosque con su mujer Sarah y su hijo Travis, lejos de una plaga que está
asolando el mundo. Su paz se rompe cuando Will irrumpe buscando agua y comida.
Will convence a Paul para ir a por su esposa Kim y su hijo Andrew y así vivir
todos juntos, pero la convivencia se irá complicando debido a sus recelos que
hay entre si.
Crítica: Capciosa y fraudulenta película de Shults, su
segunda tras su debut Krisha [2015] la cual parte de una premisa interesante
pero que se desinfla a velocidad de vértigo por lo pírrico de su puesta en
escena, transformando sus únicos escenarios en un entorno de pesadilla y una
ratonera sin escapatoria ni esperanza alguna (la casa en mitad del bosque, tan
miserable que ni siquiera tiene luz eléctrica: los paseos nocturnos de Travis
entre sombras con quinqué son lo único decente; las referencias a la plaga,
vagas, imprecisas y confusas, dejando el resto a la imaginación por su
ambigüedad; el inicio, con Paul y su hijo teniendo que ocuparse de un
desagradable asunto). Tirando y mucho de mezclar fantasía y realidad a modo de
artificioso juego mental y usando una banda sonora eficiente por la mínima,
Llega de Noche es un timo de tomo y lomo en cuanto a presentar una serie de
expectativas que nunca se llegan a ver cumplidas, optando erróneamente por el
sendero opuesto (el interés de Travis por Kim, algo que podría haber dado mucho
de si en otras manos; las pesadillas recurrentes de Travis, reflejando el
estado mental de un chico de 17 años superado por las circunstancias; Paul, un
padre de familia dispuesto a todo por salvar a los suyos). Un film que no va
sobre plagas al estilo 28 Días Después [Danny Boyle, 2002], si no sobre la
paranoia y la desconfianza de los no-infectados por sobrevivir y evitar el
contagio, que intenta pero no alcanza el potencial intuido por lo defectuoso de
su montaje (la civilización moderna, brillando por su total ausencia tanto
vista como hablada; la relación entre los personajes, demasiado acartonada para
empalizar con ellos; el perro Stanley, desapareciendo a la carrera: otra escena
desperdiciada sin razón por su falta de planificación). Una cinta de
presupuesto incomprensible a tenor de lo que se ve, cuyo final es tan
deprimente como el resto de su escueto metraje.
La Puntilla: Ni terror, ni monstruos, ni nada de nada. Más
innecesaria que ponerle ruedines de apoyo a una tortuga.
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