Vista En: Cines Los Prados (Oviedo), sábado 8 de julio
de 2017.
Título Original: The Zookeeper’s Wife.
Directora: Niki Caro.
Guión: Angela Workman, basado en la novela homónima
de Diane Ackerman, publicada en 2007. Género: Drama.
Música: Harry Gregson-Williams. Fotografía: Andrij Parekh.
Decorados: Charlotte Watts. Vestuario: Bina Daigeler.
Productoras: Scion Films, LD Entertainment, Rowe/Miller
Productions y Czech Anglo Productions. Presupuesto: ±20.000.000 $.
Países: República Checa, Reino Unido y USA. Año: 2017. Duración: 127 minutos. Color.
Reparto:
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Personajes:
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Jessica Chastain
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Antonina Zabinska
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Johan Heldenbergh
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Jan Zabinski
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Daniel Brühl
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Lutz Heck
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Timothy Radford
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Ryszard Zabinski, joven
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Efrat Dor
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Magda Gross
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Iddo Goldberg
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Maurycy Fraenkel
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Shira Haas
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Urszula
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Michael McElhatton
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Jerzyk
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Martha Issová
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Regina Kenigswein
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Daniel Ratimorský
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Samuel Kenigswein
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Val Maloku
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Ryszard Zabinski, mayor
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Jessica Chastain
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Antonina Zabinska
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(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: En 1939, después de la invasión de Polonia
por Adolf Hitler y su Tercer Reich, Jan Zabinski y su esposa Antonina deciden
usar su zoológico a modo de refugio para judíos, ayudándolos a huir de los
Nazis para ponerlos a salvo. Pero ambos se ven amenazados por Lutz Heck,
zoólogo de Hitler, que supervisa todo el recinto y que siente fascinación por
Antonina.
Crítica: Rutinaria pero inquietante película que sigue
la misma directriz que marcó La Lista de Schindler [Steven Spielberg, 1993] y
otras posteriores como El Ángel de Budapest [Luís Oliveros, 2011], que se
dedica en sus dos horas de metraje a ensalzar la figura del matrimonio real
formado por Jan y Antonina, con Chastain quitándose los aires amorales de El Caso Sloane [John Madden, 2017] para ponerse en el lado más emotivo y humano
posible (Antonina y su intento de salvar un bebé elefante de la asfixia, tan
intenso como los tanteos de un siempre intrigante Heck; la cara de Jan al ver a
Urszula, una chica que vive en sus carnes el horror de la maldad alemana en más
de un sentido: Haas rompe el corazón con su personaje; el mismo Heck, con el
que Brühl vuelve a ponerse otra medalla en su carrera en cuanto a bordar sus
papeles: un oficial cuya ambigüedad lo hace tan insidioso como genial).
Recreando la Polonia de finales de los años 30 y primeros 40 excelsamente en
decorados y vestuarios, y sabiendo donde pulsar las teclas de la emoción, La
Casa de la Esperanza es una nueva vuelta de tuerca a un tema ampliamente
cubierto, pero que tiene elementos adicionales dignos de tenerse en cuenta (los
planes de Heck para resucitar al extinto uro; la cara de Maurycy al entender lo
que Jan y Antonina hacen en secreto por los judíos, de un desgarrador total; la
misma Antonina, insinuándose a Heck para eludir un peligro inesperado). Con un
escenario casi único que es el propio zoo y un final con rótulos que pone el
asunto en su debido contexto, la directora de Whale Rider [2002] y En Tierra de
Hombres (North Country) [2005] acomete con nota una película que a ratos es más
que indigesta (los soldados Nazis, sacrificando animales a sus anchas) pero que
se las apaña para evocar a la figura del héroe anónimo que ante lo peor del ser
humano se enfrentó sacando su mejor versión. Inspiradamente estupenda.
La Puntilla: Siempre se habla de los millones que los
nazis mataron. Pero se olvidan de los animales que también murieron por sus
balas.
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