Vista En: Youtube, miércoles 13 de abril de 2017.
Título Original: Nightfall.
Director: Paul Mayersberg.
Guión: Paul Mayersberg, basado en la novela Nightfall, de Isaac Asimov, publicada en 1941. Género: Ciencia Ficción.
Música: Frank Serafine. Fotografía: Dariusz Wolski.
Decorados: Dan Hall, Geoffrey Stiles Robinson y Jeff Upton. Vestuario: Stephen M. Chudej.
Productora: New Horizons. Presupuesto: [Desconocido].
País: USA. Año: 1988. Duración: 83 minutos. Color.
Reparto:
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Personajes:
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David Birney
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Aton
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Sarah Douglas
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Roa
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Alexis Kanner
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Sor
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Andra Millian
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Ana
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Starr Andreeff
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Bet
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Charles Hayward
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Kin
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Susie Lindeman
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Boffin
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Russell Wiggins
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Zol
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Larry Hankin
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Rey del Desierto
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Jonathan Emerson
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Arquitecto
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Dan Wells
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Ayudante del Arquitecto
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James Barry Blakely
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Narrador
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(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: Un planeta lejano vive en perpetúa luz gracias al efecto de sus tres soles entorno a los que rota. Aton, un científico, descubre que la noche es inminente debido al efecto de una conjunción, pero Sor, un profeta ciego, considera la llegada de la noche como un presagio de aniquilación, causando miedo y paranoia entre los cada vez más agitados fieles de su secta.
Crítica: Segunda largometraje para Mayersberg tras Captive [1986], en una trama que mezcla una chabacana y tercermundista ciencia ficción con drama tribal y paranoide, en una combinación paroxística por sus niveles de extrema ridiculez y nula progresión narrativa, desvirtuando toda la historia original de uno de los grandes genios de la ciencia ficción para transformarlo en un show deplorable con apenas un par de aciertos pero muchísimos errores (lo vistoso de sus paisajes y de su fotografía, haciendo de Arizona, donde el film se rodó de manera íntegra, un improbable planeta extraterrestre; el vestuario de sus personajes, una mezcla atroz entre estética hippie de los años 60 y un film de romanos de la serie más Z, tan equivocado como el nivel de sus actuaciones; uno de los personajes, sometiéndose a una incómoda operación para así “ver” algo que de otra forma no vería: un pasaje no solo indigesto a la vista, si no también que se antoja entre sádico e innecesario). Obviando toda la temática futurista-ciencia ficción debido a una muy notable falta de medios, aunque ciertos juegos de luz intentan compensar por la mínima dichas carencias, La Muerte de los Soles es una producción cuya calidad está a niveles submarinos, haciendo de ella un estudio en clave fantástica sobre la histeria colectiva y los colapsos de las sociedades, que pese a lo escueto de su duración se antoja lenta y larga como un día sin pan, y cuyas subtramas no aportan sustancia a un film vacío por dentro (el forzado y socorrido tema romántico, con alguna escenita de sexo incluida: igualmente innecesario y aburrido; el cambio con respecto a la historia original de seis soles a tres, intentando dar coherencia a la inminente noche; las pintas de Birney, al que solo le falta barba para ser un émulo de Jesucristo). Una producción deleznable que, ironías de la vida, aún estando siempre de día, es profunda e insondablemente sombría.
La Puntilla: Profetas galácticos, fervores religiosos y una Judea ubicada en otro mundo. No lo superan ni con camellos lásers.
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