Vista En: Gnula.nu, miércoles 18 de enero de 2017.
Título Original: Snezhnaya Koroleva [N. del T.: The Snow
Queen].
Directores: Vladlen Barbe y Maksim Sveshnikov.
Guión: Vlad Barbe y Vadim Sveshnikov, inspirado en
el cuento homónimo de Hans Cristian Andersen, publicado en 1844. Género: Animación.
Música: Mark Willott. Dirección Artística: Alexey Zamyslov y Alexey Lyamkin.
Productoras: Wizart Animation y Inlay Film. Presupuesto: ±7.000.000 $.
País: Rusia. Año: 2012. Duración: 80 minutos. Color.
Voces Originales:
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Personajes:
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Jessica Straus
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Gerda
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Marianne Miller
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Kay
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Cindy Robinson
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Reina de las Nieves/Jefa Pirata
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Doug Erholtz
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Orm/Rey
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Wendee Lee
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Irma/Dama de las Flores/Anciana
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Christopher Smith
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Maestro Vegard/Príncipe
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Erin Fitzgerald
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Luta/Una/Princesa
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Kirk Thornton
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Dueño de Orfanato/Sirviente/Pelirrojo
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(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: Gerda es una joven huérfana que intenta
salvar a Kay, un chico de su mismo orfanato, al descubrir que se trata de su
hermano y que ha sido secuestrado por la Reina de las Nieves. En compañía de un
troll, Orm, Gerda inicia una odisea para llegar al palacio de hielo y
enfrentarse con la Reina, en un viaje donde se encontrará en situaciones cada
vez más peligrosas.
Crítica: Versión muy sui géneris del cuento del siglo
XIX, donde la aventura y la emoción están más o menos garantizadas y cuyo
diseño de animación, aún estando lejos del mejor Pixar, es lo suficientemente
sencillo para ofrecer un trabajo conseguido en algunos tramos, a pesar de que
en otros flaquea de forma más que evidente (la agilidad en los movimientos de
los personajes, no tan natural como cabría esperar, como por ejemplo en el
dueño del orfanato y su quasi-ausencia de mandíbula; el personaje de Orm, un
troll pequeño y protestón cuyo diseño básico parece haberse inspirado en el
famoso Gonzo de Los Teleñecos [1976]; la llegada de Gerda y Orm a un
invernadero, teniendo un curioso encuentro con una cuidadora de flores en exceso
servicial). Rauda en la duración por lo breve que resulta, así como pequeña en
su acabado, lo que se nota especialmente en su banda sonora así como la
dirección artística a la hora de poner escenarios y situaciones, La Reina de
las Nieves se presta a convertirse en una relectura, de las muchas conocidas
anteriormente, de una historia con algo de tragedia y otro tanto de comedia, de
niveles aceptables y una pátina de cierta simpatía (Gerda y Orm, detenidos por
unos piratas cuyo barco está atrapado en un mar congelado; el flashback que
desvela el origen de la Reina de las Nieves: un muy disimulado alegato en
contra de discriminar a los niños; la visita a un palacio real, en que el Rey y
sus dos hijos lo tienen todo partido por la mitad...incluyendo tazas del café).
Metiendo a su vez uno o dos mensajes subliminales escondidos pero que ahí están
(la prohibición del dueño del orfanato de cualquier forma de arte o dibujo; el
espejo de Gerda y su capacidad para reflejar las verdades ocultas), Barbe y
Sveshnikov dirigen una propuesta infantil con un buen sentido del ritmo. Una
pequeñez que, por eso mismo, se deja ver como un producto eficaz y bastante
divertido.
La Puntilla: Da igual cuanto frío pueda invocar una reina
de las nieves, que jamás podrá congelar el calor de un abrazo dado desde el
corazón.
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