Vista En: Cines Marta & María (Avilés), lunes 14 de
diciembre de 2000.
Título Original: Charlie’s Angels.
Director: McG.
Guión: Ryan Rowe, Ed Solomon y John August, basado
en la serie de televisión homónima creada por Ivan Goff y Ben Roberts,
estrenada en 1976. Género: Acción.
Música: Edward Shearmur. Fotografía: Russell Carpenter.
Decorados: Lauri Gaffin. Vestuario: Joseph G. Aulisi.
Productoras: Columbia Pictures Corporation, Tall Trees
Productions, Global Entertainment Productions GmbH & Company Medien KG y
Flower Films.
Presupuesto: ±93.000.000 $.
País: USA y Alemania. Año: 2000. Duración: 98 minutos. Color.
Reparto:
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Personajes:
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Cameron Diaz
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Natalie Cook
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Drew Barrymore
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Dylan Sanders
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Lucy Liu
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Alex Munday
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Bill Murray
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John Bosley
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Sam Rockwell
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Eric Knox
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Kelly Lynch
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Vivian Wood
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Tim Curry
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Roger Corwin
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Crispin Glover
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Flaco Repelente
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Matt LeBlanc
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Jason Gibbons
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LL Cool J
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Sr. Jones
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Tom Green
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Chad
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Luke Wilson
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Pete Komisky
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(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: Natalie Cook, Dylan Sanders y Alex Munday son
tres ex agentes de policía reclutadas por el misterioso Charlie Townsend para
ser un equipo de detectives privadas. Éstas deben ayudar a un programador
informático de nombre Eric Knox para recuperar un software de reconocimiento
por voz que al parecer ha sido robado por un rival, el empresario Roger Corwin.
Crítica: Ópera prima de Joseph McGinty, firmando como
McG una película en la que la comedia y la acción se unen para renovar la
fórmula original de la serie de los años 70 que lanzó a la fama a Farrah Fawcet
y Jaclyn Smith entre otras, donde el disparate y los momentos ridículos se
acumulan de una forma más que numerosa (la charla entre Natalie y su cartero,
soltando frasecitas de doble sentido con la mayor ingenuidad: lo del bailecito
en la discoteca es de esas secuencia que rozan la vergüenza ajena; los guiños a
series como CSI [2000] o Corrupción en Miami [1984], tan fugaces como
divertidos; Bosley, o Bill Murray haciendo de Bill Murray haciendo finalmente
del ayudante de los ángeles, repitiendo esos tics que le llevan funcionando
desde hace décadas). Dejando que la fotografía y la banda sonora se supediten
en todo momento a las descacharrantes aventuras de sus protagonistas, estas se
limitan a posar con su mejor sonrisa luciendo sensualidad en pantalla,
acompañada de unos secundarios un tanto eclécticos, desde un Crispin Glover con
pinta de agente de pompas fúnebres a un Tim Curry que, como Murray, le basta y
sobra con ser él mismo para acaparar la atención (los ángeles, vestidas de
tirolesas: sin palabras; el inicio, un plagio descarado y desmelenado de
Misión: Imposible [Brian DePalma, 1996] hecho precisamente para demostrar por
donde irán los tiros; El Flaco Repelente, un experto en el combate cuerpo a
cuerpo que bien recuerda a un primo lejano de la familia Addams).
Entretenimiento hecho a propósito para no pensar y divertirse lo más posible,
Los Ángeles de Charlie no oculta sus intenciones de dejar el misterio y el
dramatismo en la percha e ir hacia el blockbuster más palomitero, con cuatro
mujeres de quitar el hipo (Kelly Lynch, un bellezón de mucho cuidado) y un Sam
Rockwell pasándoselo en grande. Un adrenalítico kleenex, fácil de ver. Y
también de olvidar.
La Puntilla: Coge una serie mítica de los 70 y quítale la
sensatez, la seriedad y ya de paso, hasta la dignidad. Y este es el resultado.
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