Vista En: 13 TV, viernes 14 de julio de 2017.
Título Original: Battle for the Planet of the Apes.
Director: J. Lee Thompson.
Guión: John William Corrington y Joyce Hooper
Corrington, basado en una historia original de Paul Dehn, inspirado en la
novela El Planeta de los Simios, de Pierre Boulle, publicada en 1963. Género: Ciencia Ficción.
Música: Leonard Rosenman. Fotografía: Richard H. Kline.
Decorados: Robert de Vestel. Vestuario: Morton Haack, sin acreditar.
Productoras: APJAC International y Twentieth Century Fox
Film Corporation.
Presupuesto: ±1.800.000 $.
País: USA. Año: 1973. Duración: 93 minutos. Color.
Reparto:
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Personajes:
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Roddy McDowall
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César/Aurelio (imagen de archivo)
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Claude Akins
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General Aldo
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Natalie Trundy
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Lisa
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Severn Darden
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Gobernador Kolp
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Lew Ayres
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Mandemus
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Paul Williams
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Virgil
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Austin Stoker
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MacDonald
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Noah Keen
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Profesor Abe
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Richard Eastham
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Capitán Mutante
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France Nuyen
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Alma
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Paul Stevens
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Mendez
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Heather Lowe
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Doctor
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(Para ver su ficha completa en IMDb, ..............................................)
Argumento: En el 2018, César y sus simios viven en una
comunidad pacífica junto a los humanos, pero las ansias belicistas y ambiciones
del General Aldo ponen en peligro dicha paz. Buscando su pasado, César, el
humano McDonald y el simio Virgil viajan buscando unas grabaciones antiguas.
Pero en la ciudad viven unos humanos mutantes que quieren matar a los simios.
Crítica: Quinta entrega {y última} de la franquicia
iniciada con El Planeta de los Simios [Franklin J. Schaffner, 1968], en la que
el director de Taras Bulba [1962] y El Oro de Mckenna [1969] acomete un film
donde se notan y mucho las deficiencias técnicas de un presupuesto más que
limitado, pero que aún así logra evitar el naufragio narrativo y artístico
gracias a ciertos guiños a las previas películas y al trabajo de sus
principales protagonistas, algunos harto conocidos en la saga (McDowall: ¿qué
hubiese sido de la saga sin su gigantesco talento?; Aldo, encarnando el lado
más negro del espíritu humano...pero en versión gorila, con un Akins ejemplar;
los mutantes de la ciudad, antepasados remotos de los vistos en Regreso al
Planeta de los Simios [Ted Post, 1970] con idénticas malas pulgas respecto a
los simios y a los humanos que conviven con simios). Contando con un igualmente
sensacional John Huston en el papel de “El Legislador” que narra la película en
su prólogo y epílogo y alguna que otro instante impactante en su panorámica, La
Conquista del Planeta de los Simios es un cierre lo bastante digno y a la vez
ambiguo como para completar lo que en el resto de películas se intuía, aunque
no exenta de ciertas y agradecidas licencias (Virgil, hablando del tiempo y sus
líneas temporales alternativas; la perspectiva de Los Angeles, un amasijo de
hierro y cemento reducido a polvo y escombros por el temido holocausto nuclear;
su imagen final, que permite al espectador sacar sus conclusiones y teorías de
lo que está viendo: mucho mejor, en su sutileza, que cualquier otro que hubiese
sido más explícito). Un largometraje que no pierde ese toque de crítica social
de sus predecesoras ni un leve toque de humor (McDonald y su proclama sobre la
libertad; Kolp y su deseo de guerra y matar para salir del aburrimiento: negro,
pero humor al fin y al cabo). Una despedida modesta, pero a la que no le falta
encanto.
La Puntilla: Solo la raza humana es tan necia de crear un
holocausto nuclear y luego seguir matando a todo superviviente que no sea como
ella.
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