Vista En: Cines Marta & María (Avilés), jueves 30
de diciembre de 2004.
Título Original: National Treasure.
Director: Jon Turteltaub.
Guión: Jim Kouf, Cormac y Marianne Wibberley, basado
en una historia original de Jim Kouf, Oren Aviv y Charles Segars. Género: Aventuras.
Música: Trevir Rabin. Fotografía: Caleb Deschanel.
Decorados: Anne D. McCulley. Vestuario: Judianna Makovsky.
Productoras: Walt Disney Pictures, Junction Entertainment,
Saturn Films y Jerry Bruckheimer Films. Presupuesto: ±100.000.000 $.
País: USA. Año: 2004. Duración: 131 minutos. Color.
Reparto:
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Personajes:
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Nicolas Cage
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Benjamin Gates
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Diane Kruger
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Abigail Chase
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Justin Bartha
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Riley Poole
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Sean Bean
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Ian Howe
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Jon Voight
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Patrick Gates
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Harvey Keitel
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Agente Peter Sadusky
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Christopher Plummer
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John Adams Gates
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Oleg Taktarov
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Victor Shippen
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David Dayan Fisher
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Shaw
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Stewart Finlay-McLennan
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Powell
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Annie Parisse
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Agente Dawes
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Mark
Pellegrino
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Agente
Johnson
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(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: Ben Gates es un cazador de tesoros e
historiador en busca de un fabuloso tesoro de los Templarios, escondido varios
siglos atrás para ocultarlo de manos enemigas. Tras romper su alianza con Ian
Howe al ver la intención de éste, Gates y su ayudante Riley Poole se embarcan
en una odisea en la que se ve implicada Abigail Chase, una doctora del Archivo
Nacional.
Crítica: Turteltaub, autor de comedias como Elegidos
para el Triunfo [1993] y dramas como Instinto [1999], se pasa a la aventura con
un desatado Nicolas Cage convertido en una suerte de Indiana Jones moderno
obsesionado con un tesoro fabuloso, en una aventura en la que todo está
perfectamente medido y cronometrado para resultar espectacular y tener algún
que otro momento en donde la acción y el conflicto aparezcan para enturbiar las
aguas (Gates, ante la Declaración de Independencia, diciendo en voz alta que va
a robarla para encontrar la siguiente pista e impedir que Howe lo haga antes
que él; la visita a casa de Patrick Gates, en la que Jon Voight revalida su
condición de robaescenas al explicar la quimera de perseguir tesoros
legendarios; el inicio, con un brevísimo pero magnífico Christopher Plummer,
demostrado que aún sigue siendo un grande del cine). Espectacular en algunos
escenarios y con un tono sobrio que nunca abandona el relato que lo hace
entretenido pero al que le falta algo de alma para implicar al espectador al
100% en la trama, gente como Harvey Keitel y Justin Bartha adereza una película
donde lo principal es pasar un buen rato y poner el cerebro en modo apagado,
dejándose llevar sin mayores reflexiones (Riley Poole, el clásico ayudante
puesto ahí para ser el contrapunto cómico, algo que Bartha cumple a rajatabla;
Sean Bean, otra vez villano como en Ni Una Palabra [Gary Fleder, 2001],
disfrutando de lo lindo en su papel; Ben, comprobando lo diferente de unas
gafas según se muevan). Trepidante y divertida por igual, La Búsqueda,
alejadísima traducción de su original “Tesoro Nacional”, es carne de cañón de
sobremesa que, mediante una premisa de lo más manida, propone y consigue dos
horas de pura acción (la persecución, con Chase colgada de la puerta de una
furgoneta) y un sutil y didáctico repaso a la historia de Estados Unidos.
Altamente disfrutable.
La Puntilla: El síndrome de Indiana Jones, o pasarse la
vida buscando lo que todos dicen que no existe pero en el fondo tú sabes que es
real.
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