Vista En: Cines Ocimax (Gijón), sábado 14 de mayo de
2011.
Título Original: The Last Exorcism.
Director: Daniel Stamm.
Guión: Huck Botko y Andrew Gurland. Género: Terror.
Música: Nathan Barr. Fotografía: Zoltan Honti.
Decorados: Dave Quinlan. Vestuario: Shauna Leone.
Productoras: Strike Entertainment, StudioCanal, Arcade
Pictures y Louisiana Media Productions. Presupuesto: ±1.800.000 $.
País: USA. Año: 2010. Duración: 87 minutos. Color.
Reparto:
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Personajes:
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Patrick Fabian
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Cotton Marcus
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Ashley Bell
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Nell Margaret Sweetzer
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Iris Bahr
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Iris Reisen
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Louis Herthum
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Louis Sweetzer
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Caleb Landry Jones
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Caleb Sweetzer
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Tony Bentley
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Pastor Manley
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Becky Fly
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Becky Davis
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Logan Craig Reid
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Logan
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Adam Grimes
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Daniel Moskowitz
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Shanna Forrestall
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Shanna Marcus
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Justin Shafer
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Justin Marcus
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John Wright Jr.
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John Marcus
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(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: Cotton Marcus es un pastor evangélico
desencantado de su labor y que decide participar en un documental
desacreditando sus exorcismos, en la idea que todo es fruto de la incultura
latente en Batton Rouge, Louisiana. Atendiendo una llamada de Louis Sweetzer,
Marcus y el equipo van a filmar a la casa de los Sweetzer, donde empiezan a
ocurrir cosas extrañas.
Crítica: Mediocre película de terror de la más
aséptica serie B que es incapaz tanto de tomarse en serio como de reírse de si
misma, creando un cóctel de lo más irregular aunque sí está beneficiado por lo
degradado y ruinoso de sus enclaves fotográficos, exponiendo la versión más
rural sureña del país de las barras y estrellas, y cuyo reparto hace lo que
puede en lo unidimensional de sus personajes (su primera media hora, capaz de
acumular chistes y gags que va de lo absurdo a lo delirante: lo de su sermón
con receta de tarta incluida es para llevarse las manos a la cabeza; todas las
escenas en donde Ashley Bell hace gala de una pasmosa flexibilidad que duele de
verla, y que en realidad no es un efecto especial gracias a la hipermovilidad* de la propia Bell; Cotton Marcus, un hombre en crisis de fe incapaz de
continuar con su profesión que halla en Nell la horma de su zapato: la cerrazón
de la primera de estar bajo influjo demoníaco contra la del segundo de que todo
es fruto de algún trauma apunta maneras de “ciencia contra creencia”). Lejos de
sus ambiciones, caso de tener alguna, y pasable solo en algunas veces, El
Último Exorcismo es un quiero y no puedo que intenta aparentar lo que no tiene,
yéndose a diversos derroteros que dejan su calidad en niveles cuando menos muy
cuestionables (Marcus, descubriendo el secreto que esconde Nell, profiriendo
una muy seria acusación contra su propio padre a tal efecto; la visita a Logan,
un amigo de Nell que en vez de arrojar algo de luz, solo hace de enturbiar
todavía más las aguas de la intriga; su acto final, que aparte de precipitado
no hay manera de creérselo por lo forzado que resulta). Un puzzle entre
misterio y terror que posee algunos momentos en verdad muy conseguidos (Nell,
mirando con ojos ausentes desde un lugar un tanto elevado) pero bastante más
superflua de lo que parece a simple vista. Entretenida por la mínima, y de ahí
no pasa.
La Puntilla: La eterna duda sobre exorcismos: ¿cómo saber
cuándo es clínico y cuando es algo realmente sobrenatural?.
Mi
Valoración
★★★★★
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(*Hipermovilidad: aumento exagerado de la movilidad de las articulaciones. Este es un problema muy frecuente, que afecta a más del 15% de la población mundial. Dichas personas tienen articulaciones hipermovibles, más flexibles o laxas que lo corriente, sin que ello suponga una patología ni cause dolor.)
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