Vista En: Youtube, jueves 31 de agosto de 2017.
Título Original: Endless.
Director: Matt Bloom.
Guión: Matt Bloom. Género: Terror.
Música: Dave Andrews. Fotografía: Paul Lilley.
Decorados: [Desconocido]. Vestuario: Scott Landridge.
Productora: Hurricane Films. Presupuesto: ±800 £ (±1.200 $).
País: Reino Unido. Año: 2011. Duración: 9 minutos. Color.
Reparto:
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Personajes:
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Katy Gannon
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Mina
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Chris Geere
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Abraham
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Jenna Harrison
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Lucy
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Martina McClements
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Westenra
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(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: Un hombre llamado Abraham irrumpe en la casa
de una mujer e intenta matarla cuando se está dando una ducha, atacándola por
sorpresa. Sin embargo, el ataque falla al descubrirse que en realidad tal mujer
es una vampiresa, lo que deja a Abraham ante una situación difícil cuando la
hija de dicha mujer aparece, y una tercera acude al rescate de ambas chicas.
Crítica: Extrañísima producción filmada toda ella en
cámara lenta con ritmo de caracol reumático hecho para convertir unos escasos
treinta segundos de tiempo en siete minutos de una trama descolgada y con un
enorme agujero narrativo dejado a la imaginación del espectador, con un único
escenario que casi parece una evocación de la legendaria Psicosis [Alfred
Hitchcock, 1960] pero con una vuelta de tuerca muy interesante (el inicio, con
el ataque en la ducha estilo Norman Bates: lo del cuchillo rebotando en una
delicada parte del cuerpo humano resulta con diferencia en el único verdadero
epic moment de toda su duración; su narrativa, ausente de explicaciones como de
diálogos, dejando en el aire porque Abraham intenta acabar con ellas: un
gigantesco fallo se mire como se mire, que deja muy huérfana lo ya de por si
paupérrima de su historia principal; la hija, entrando en el cuarto de baño
para defender a su madre, sembrando dudas de si es como su madre o totalmente
humana). Autor de otros cortometrajes como Nosotros Tres [1997] y El Divorcio
[2003], Matt Bloom convierte medio minuto de duración en una especie de
onanismo cinematográfico en do menor, en el que las actuaciones de su muy
ajustado y escueto reparto quedan convertidas en agua de borrajas por lo
ralentizado de sus movimientos y reacciones, con la fotografía y la banda
sonora yéndose de la misma manera al limbo de los sinsentidos y la nadería más
zarrapastrosa (Abraham, dispuesto a emplear el último arma contra ellas para
conseguir su propósito de eliminarlas sea como sea: el digitalismo no solo se
nota mucho, si no que literalmente queda como un pegote imposible de creer; la
imagen final, un recorte de periódico que en vez de arroja luz solo arroja
oscuridad y confusión). Un corto que parece más bien un experimento desgarbado
y mal ejecutado, dejando un muy amargo sabor de boca por su nulo contenido.
La Puntilla: Y si no es un experimento lo parece pero con
ganas. Porque lo de la cámara lenta es pasarse tres pueblos y parte del cuarto.
Mi
Valoración
★★★★★
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