Vista En: Cines Los Prados (Oviedo), sábado 9 de
diciembre de 2017.
Título Original: The Sense of an Ending.
Director: Ritesh Batra.
Guión: Nick Payne, basado en la novela homónima de
Julian Barnes, publicada en 2011. Género: Drama.
Música: Max Ritcher. Fotografía: Christopher Ross.
Decorados: [Desconocido]. Vestuario: Odile Dicks-Mireaux.
Productoras: Origin Pictures, BBC Films, FilmNation
Entertainment y CBS Films. Presupuesto: [Desconocido].
País: Reino Unido. Año: 2017. Duración: 108 minutos. Color.
Reparto:
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Personajes:
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Jim Broadbent
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Tony Webster
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Harriet Walter
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Margaret
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Michelle Dockery
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Susie Webster
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Charlotte Rampling
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Veronica Ford
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Peter Wight
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Colin Simpson
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Hilton McRae
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Alex Stuart
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Joe Alwyn
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Adrian Finn Sr.
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Andrew Buckley
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Adrian Finn Jr.
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Billy Howle
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Joven Tony Webster
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Freya Mavor
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Joven Veronica Ford
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Jack Loxton
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Joven Colin Simpson
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Timothy Innes
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Joven Alex Stuart
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(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: Tony Webster, un hombre entrado en años que
tiene una tienda de cámaras fotográficas, descubre que una ex novia de juventud
ha muerto y la ha dejado un diario en herencia. La negativa de la hija a darle
el diario le lleva a evocar su época universitaria, haciendo un viaje por los
recuerdos en un intento de comprender y revivir lo que realmente sucedió.
Crítica: El hindú Batra, realizador de The Lunchbox
[2013] así como de varios cortometrajes como Café Regular, Cairo [2012] es el
firmante de un drama de corte clásico a la sazón de un inmenso Jim Broadbent
que se erige a modo de eje central que versa de manera excepcional sobre los
remordimientos y el paso de los años, así como de los secretos que encierran,
todo ello con una sobriedad y un recogimiento que hace la historia tan
llevadera como cercana (la progresiva obsesión de Webster hacia su pasado, así
como su relación con su ex mujer y su hija: Walter y Dockery, cada una en lo
suyo, se bastan y se sobran para estar de fábula; la curiosa manera en la que
un anciano Webster llega a colarse en sus propios recuerdos, suplantando a su
versión juvenil, un loable Howle; Emily Mortimer y Matthew Goode, dos
secundarios limitados al extremo en sus personajes pero que aprovechan cada
segundo en escena). Un tour-de-force emocional donde las palabras y los
detalles se alzan por si solos como elementos a tener en cuenta, agradable en
la banda sonora, más en su fotografía, y mucho más en su vestuario (toda la
parte situada en los años 60, que pone en contexto una juventud de ingenuidad y
sueños a la espera de un mundo real que nada tiene que ver con ellos; Charlotte
Rampling, tan genial y enigmática como de costumbre, cuyo resentimiento hacia
Webster es total y absoluto; el encuentro de Webster con sus amigos, que
permite poner las cosas en su contexto, con dos divertidos Wight y McRae).
Lenta pero también profunda, El Sentido de un Final se transforma para bien en
una introspección de la vejez y la juventud a la que no le falta enjundia,
haciendo de Londres un personaje añadido (la breve conversación de Webster con
un cuidador de un centro de discapacitados: sin palabras). Un verdadero
encanto, real como la vida misma, cuya aparente lasitud es solo eso, una mera
apariencia.
La Puntilla: No hay vidas libres de errores, tropiezos y
malas decisiones. Así es como se madura: aprendiendo a corregirlos y a vivir
con ellos.
Mi
Valoración
★★★★★
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