Vista En: Cines Los Prados (Oviedo), miércoles 26 de
julio de 2017.
Título Original: Viceroy’s House.
Director: Gurinder Chadha.
Guión: Paul Mayeda Berges, Moira Buffini y Gurinder
Chadha. Género: Drama.
Música: A.R. Rahman. Fotografía: Ben Smithard.
Decorados: Seema Kashyap. Vestuario: Keith Madden.
Productoras: BBC Films, Bend It Films, Film i Väst, Ingenious
y Pathé.
Presupuesto: [Desconocido].
Países: Reino Unido e India. Año: 2017. Duración: 106 minutos. Color y B/N.
Reparto:
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Personajes:
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Hugh Bonneville
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Lord Louis Mountbatten
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Gillian Anderson
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Lady Edwina Mountbatten
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Michael Gambon
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General Hastings Ismay
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Manish Dayal
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Jeet Kumar
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Simon Callow
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Cyril Radcliffe
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Lily Travers
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Lady Pamela Hicks
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Om Puri
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Ali Rahim Noor
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Huma Qureshi
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Aalia Noor
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Denzil Smith
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Muhammad Ali Jinnah
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Roberta Taylor
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Srta. Reading
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Marcus Jean Pirae
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Alan Campbell Johnson
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Neeraj Kabi
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Mahatma Gandhi
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(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: En 1947, Lord Mountbatten, su mujer y su hija
viajan a La India con el propósito de iniciar el proceso de independencia del
Reino Unido, tras tres siglos de ocupación británica. Pero lo conflictivo del
proceso de traspaso de poderes así como las rencillas entre musulmanes e
hindúes hacen plantear la posibilidad de partir el país para crear otro nuevo,
Pakistán.
Crítica: Siguiendo la misma línea que Un Reino Unido
[Amma Asante, 2016], la directora de Quiero Ser Como Beckham [2002] y Bodas y
Prejuicios [2004] reconstruye en clave histórica el difícil proceso de
independencia de la India con un dúo verdaderamente estelar al frente de un
plantel multiétnico hecho para aportar una pieza de un enorme mosaico de
cultura como de conflictos (Jeet y Aalia, una pareja cuya relación es tan
turbulenta como las maniobras políticas para dejar en buenas manos el país;
Lady Mountbatten, una mujer comprometida con una causa de culturización y
pacifismo que poco a poco va partiendo su corazón: Gillian Anderson hace un
papel realmente maravilloso; la intervención de Gandhi en las charlas y
negociaciones, explicando cual es el problema de las líneas que dividen a
personas: simple, sencillo y perfecto). Contando con una atmósfera
magistralmente bien recreada en el vestuario y paisajes como ecuánime en la
banda sonora, el trabajo de Chadha retrata con más o menos fidelidad el
esfuerzo de un hombre por crear una nación estable y segura, así como matiza
los distintos odios entre los hindúes (el instante en el que Mountbatten
descubre la razón real de porqué es mejor crear Pakistán como país: enésima
prueba de los cinismos de las altas esferas; el servicio de la casa, dividido
por su fe y su cultura, quebrándose lentamente entre si; la manera en que
imágenes reales se intercalan con las ficticias, algo heredado de Forrest Gump
[Robert Zemeckis, 1994] y que encaja a la perfección con el relato). Rematado
con un epílogo descorazonador, El Último Virrey de la India es una película de
época con pasajes crudos y dramáticos, cuya calidad nunca flaquea a lo largo de
su hora y tres cuartos de duración (Michael Gambon, una leyenda cuya sola
presencia ya eleva el nivel de la película) y con mucho más mensaje de lo que
parece a simple vista. Un film ciertamente notable.
La Puntilla: Dividir países y a la gente. Dividir su corazón
y su fe. No existe forma de vivir en paz cuando se trazan tantas líneas.
Mi
Valoración
★★★★★
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