Vista En: 13 TV, viernes 17 de noviembre de 2017.
Título Original: When Time Ran Out.
Director: James Goldstone.
Guión: Carl Foreman y Stirling Silliphant, basado en
la novela El Día en que Desapareció su Mundo, de Gordon Thomas y Max Morgan
Witts, publicada en 1969. Género: Acción.
Música: Lalo Schifrin. Fotografía: Fred J. Koenekamp.
Decorados: Stuart Reiss. Vestuario: Paul Zastupnevich.
Productoras: International Cinema y Warner Bros.
Presupuesto: ±20.000.000 $.
Países: USA y Canadá. Año: 1980. Duración: 121 minutos. Color.
Reparto:
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Personajes:
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Paul Newman
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Hank Anderson
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Jacqueline Bisset
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Kay Kirby
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William Holden
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Shelby Gilmore
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James Franciscus
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Bob Spangler
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Edward Albert
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Brian
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Barbara Carrera
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Iolani
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Valentina Cortesa
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Rose Valdez
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Veronica Hamel
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Nikki
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Alex Karras
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Tiny Baker
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Burgess Meredith
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Rene Valdez
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Red Buttons
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Francis Fendly
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Ernest Borgnine
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Tom Conti
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(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: En una isla del Océano Pacífico Hank Anderson
es un prospector el cual intentar avisar a su jefe Shelby Gilmore que un volcán
va a estallar. Mientras ambos están en una batalla personal por el afecto de
Kay Kirby, el volcán efectivamente erupciona, obligando a los que están en un
hotel a huir a través de la isla, en un intento por huir del volcán y sus ríos
de lava.
Crítica: Director de La Noche Invita a Matar [1968] y
de Montaña Rusa [1977] entre otras películas, James Goldstone orquesta una
parcialmente deficiente trama catastrofista que cumple a rajatabla con las
exigencias del género pero que no consigue convencer más allá de lo simplón y
ramplón de su premisa, a resultar de un Paul Newman volviendo al subgénero
después de El Coloso en Llamas [John Guillermin, 1974] para reencontrarse
precisamente con William Holden (las localizaciones de la isla, paradisíacas y
casi celestiales, un lugar de ensueño destinado a convertirse en verdadera
pesadilla; James Franciscus, el perfecto trepa/villano que no por azar parece un
remiendo en pobretón de Richard Charmberlain en el film de Guillermin;
Jacqueline Bisset, siempre un placer y siempre estupenda sin importar el papel
que le toque). Vibrante en lo que concierne a la banda sonora por obra y gracia
del genio Lalo Schifrin, y buscando la espectacularidad de la madre naturaleza
en toda su furia, El Día del Fin del Mundo se presenta no tanto como una
reinvención del mundillo de las pelis catastrofistas que alcanzase su cenit en
títulos como La Aventura del Poseidón [Ronald Neame, 1972] si no como su
sepultura, fallando a la hora de darle un acabado rotundo a la trama (el
descenso de Hank y Bob a una sima para comprobar la actividad volcánica,
pequeño preludio para el futuro gran desastre; la escena del helicóptero, o
como el miedo puede ser más letal que el propio volcán; Nikki, descubriendo
demasiado tarde cual era el interés real de Bob para con ella; la escena del
puente con un río de lava debajo, hecha por y para ser peliaguda a cada
segundo). Trepidante por momentos pero a la vez fallida por falta de garra amén
de lo manido de sus personajes, la chanza que supone la película se queda en
tierra de nadie, convirtiéndose por mérito propio en una involuntaria
mediocridad a pesar del potencial que tenía.
La Puntilla: Un avión, un barco que se da la vuelta, un
rascacielos...ahí todo fue creíble. ¿Por qué no con pasa lo mismo con un
volcán?.
Mi
Valoración
★★★★★
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