Vista En: Youtube, martes 19 de septiembre de 2017.
Título Original: The Last Bus.
Director: Danny Lowman.
Guión: Danny Lowman y Barry Witham. Género: Terror.
Música: Danny Lowman. Fotografía: Dagmar Scheibenreif.
Decorados: [Desconocido]. Vestuario: [Desconocido].
Productora: Danny Lowman. Presupuesto: [Desconocido].
País: USA. Año: 2017. Duración: 3 minutos. Color.
Reparto:
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Personajes:
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Megan
Statchini
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Chica
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(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: Una chica que vuelve a su casa del trabajo en
un bus nocturno semidormida se despereza de repente cuando el autobús, al
detenerse en una parada, éste no reanuda su trayecto. Comprobando que aparte de
ella no hay más pasajeros y que tampoco está el conductor, la chica intenta
salir de allí, solo para encontrarse que la situación puede empeorar.
Crítica: Ínfima producción de terror que luce de un
minimalismo realmente digno de estupor, tanto por duración como por medios,
pero que en su fugaz premisa le toma el pulso a uno de los latentes y
subyacentes miedos urbanos y cotidianos dentro de las grandes ciudades,
prescindiendo de todo diálogo y de todo soliloquio al mismo tiempo para, con un
personaje extra como es la noche en si, condensar una opresiva y agobiante
atmósfera de suspense (el propio autobús, familiar y anodino en su total
familiaridad, pero que bajo las circunstancias apropiadas adquiere un
significado totalmente distinto al igual que colegios u hospitales; la chica,
que evidentemente el papel no le permite lucir cualidades artísticas y/o
interpretativas más allá de una angustia vital in crescendo; el instante en el
que las luces del autobús se apagan, lo que sume al vehículo en una oscuridad
solo rota por una débil penumbra: una más que fascinante jaula sobre ruedas con
poco de acogedor). Con paupérrima banda sonora del mismo modo que la fotografía
es prácticamente nula en su total ausencia de exteriores que sitúen o ubiquen
la acción en una ciudad concreta de la geografía USA, El Último Bus es una
propuesta nada desdeñable por las temáticas que aborda, algunas más
subliminales que otras (la chica, absorta en sus pensamientos, percatándose de
que algo va mal demasiado tarde: una excelente puya hacia la única especie del
planeta {la humana} que desoye su instinto de supervivencia y toda señal de
peligro en la errada idea que nunca puede pasarle algo malo; el final, en el
que el necesario golpe de efecto es, curiosamente, antiefectivo, dejando
descolgado una explicación que le dé un mínimo de solidez; el que la
protagonista sea una mujer, hecho adrede para recalcar los peligros de la noche
al género femenino). Un cortometraje hecho con sobriedad y buen pulso, capaz de
inquietar como debía hacerlo.
La Puntilla: La sociedad vive bajo la falsa premisa de que
la vida moderna es inmune al mal y al daño. Nada más lejos de la realidad.
Mi
Valoración
★★★★★
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