Vista En: Youtube, lunes 18 de septiembre de 2017.
Título Original: The Blacksmith.
Director: Veselin Efremov.
Guión: Veselin Efremov. Género: Animación.
Música: [No hay compositor]. Dirección Artística: Veselin Efremov.
Productora: Unity Technologies. Presupuesto: [Desconocido].
País: Dinamarca. Año: 2015. Duración: 4 minutos. Color.
Voces Originales:
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Personajes:
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Robert Follin
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El Herrero
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Seth Ericsson
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El Contrincante
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(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: Un ancestral y poderoso herrero místico vive
en completa paz y tranquilidad en una forja entre los restos de un reino,
derruido tras una gran batalla. Pero dicha paz se perturba al percibir a un
intruso, de manera que el herrero decide salir serenamente a su encuentro
encontrándose a un guerrero preparado para combatir contra él, intentando
exterminarle.
Crítica: Ópera prima de Veselin Efremov como director,
que en realidad es una prueba diagnóstica del Unity 5 para comprobar sus capacidades
para la creación de efectos y paisajes virtuales, por lo que su historia y
entramado se ven del todo eclipsados y supeditados al esfuerzo para crear
paisajes y seres lo más realista posibles, partiendo de la mitología nórdica
para situar a nivel cronológico su acción (el escenario, una forja de herrero y
un poblado que o bien parecen sacados de la Edad Oscura o bien parecen algún
ligar inconcreto de la Tierra Media de El Señor de los Anillos: La Comunidad
del Anillo [Peter Jackson, 2001] y/o secuelas; el aspecto físico y atuendos de
sus personajes, lo más definido y exacto posible para que tengan todos los
visos de realidad que puedan acaparar, un trabajo ciertamente espléndido a tal
efecto; la nula historia de cómo o porqué ocurre todo, elemento idóneo para que
cada quien la vea saque su interpretación de lo que ocurre, inteligente y
aprovechado a partes iguales). Aderezado todo el rato con la melancólica pero
anacrónica canción de Theo Haloka “Ilmarinen’s Lament”, El Herrero se queda en
lo que es, un experimento sin mayor interés ni relevancia pero que aún así
consigue meter una historia mínima que se antoja escasa, dejando con la miel en
los labios deseando saber más (el inicio, con el herrero en su forja, meditando
y con fragmentos de roca flotando en rededor, como esperando o decidiendo algo;
su escena final, donde un simple juego de luces y sombras se basta y se sobra
para aportar todo y explicar nada, repleto de interés; la apariencia del
herrero y el anillo que lleva con él: ¿un guiño/homenaje al Sauron de la saga
de J.R.R. Tolkien?). Un trabajo pequeño y humilde de solemnidad, pero que
maneja sus bazas con la suficiente solvencia para proporcionar un pasatiempo
decente. Y sus panorámicas, como no, dignas del más espantoso Mordor.
La Puntilla: Por desgracia, hay veces que una sola pieza
mal puesta provoca que todo el puzzle termine estropeado.
Mi
Valoración
★★★★★
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