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El Increíble Hombre Menguante [1957]

 Publicado El: Martes, 19-Sep-2017. Nº De Serie: C25/TCM/0002192.
 Vista En: TCM, miércoles 13 de septiembre de 2017.
 Título Original: The Incredible Shrinking Man.
 Director: Jack Arnold.
 Guión: Richard Matheson, con colaboración no acreditada de Richard Alan Simmons, basado en la novela El Hombre Menguante, de Richard Matheson, publicada en 1956. Género: Ciencia Ficción.
 Música: Irving Gertz, Earl E. Lawrence, Hans J. Salter y Herman Stein, todos sin acreditar. Fotografía: Ellis W. Carter.
 Decorados: Russell A. Gausman y Ruby R. Levitt. Vestuario: Jay A. Morley Jr., Martha Bunch y Rydo Loshak, los dos últimos sin acreditar.
 Productoras: Universal International Pictures. Presupuesto: ±750.000 $.
 País: USA. Año: 1957, Duración: 81 minutos. B/N.

Reparto:
Personajes:
Grant Williams
Scott Carey
Randy Stuart
Louise Carey
April Kent
Clarice Brown
Paul Langton
Charlie Carey
Raymond Bailey
Dr. Thomas Silver
William Schallert
Dr. Arthur Bramson
Frank Scannell
Barker
Helene Marshall
Enfermera #1
Diana Darrin
Enfermera #2
Billy Curtis
Enano

 (Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)

 Argumento: Scott Carey es un hombre de negocios que durante un viaje en barca con su novia, recibe el impacto de una nube radioactiva. Cuando unos meses después es rociado accidentalmente por un insecticida, la combinación resultante provoca en Scott un progresivo encogimiento, haciéndose de forma imparable más y más pequeño y su mundo más grande y peligroso.

 Crítica: Director de las estupendas Llegó del más Allá [1953] y La Mujer y el Monstruo [1954] entre otras, Jack Arnold hace una prodigiosa adaptación de la novela de Matheson, en una disimulada alegoría al pánico de lo nuclear en la forma de un hombre sencillo enfrentado a una realidad que se le escapa de las manos (el diseño de producción, magnífico, haciendo virguerías para que Scott vaya encogiéndose y a su lado las cosas sean cada vez más grandes: lo de la casa de muñecas o intentando coger unas tijeras son dos puntazos: le nube en si, que nunca se dice que sea radioactiva o atómica pero ni falta que le hace: una denuncia sobre los riesgos de la energía nuclear y lo que podría causar en un ser humano; su encuentro con Clarice, una enana de circo con la que recupera una cierta esperanza: Kent está preciosa en su falso enanismo). Un inquietante desdibujado de los límites de la realidad rodado con un blanco y negro de primera categoría, elegante de vestuario como de fotografía, con una banda sonora hecha para ser trepidante cuando toca serlo (la pelea entre George y su propia mascota, un gato sobredimensionado y peligroso; el truco del encogimiento, casi perfecto salvo en ciertas panorámicas donde George genera y no genera sombra según el corte de cámara: único momento donde a los ingeniosos trucos se les ve el plumero; Louise, abnegada, entregada y sufrida esposa, que ve impotente como su marido va desapareciendo: Stuart es una verdadera belleza). Con un epílogo de los que dan que pensar tanto la propia voz en off de su personaje central, El Increíble Hombre Menguante es una producción desbordante de calidad y brillantez a pesar de lo limitado de medios (muy bien aprovechados, todo sea dicho), y que deja al recuerdo uno o dos momentos irrepetibles a la eternidad de lo fantástico. El de la pelea de George con una araña es una tensa y extraordinaria prueba de ello.

 La Puntilla: Si la realidad para un niño y un adulto no es la misma, imagina cómo sería la realidad para alguien del tamaño de un dedal.

 Mi Valoración
 ★★★★★

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