Vista En: Gnula.nu, viernes 22 de diciembre de 2017.
Título Original: The Crow: Wicked Payer.
Director: Lance Mungia.
Guión: Lance Mungia, Jeff Most y Sean Hood, basado
en la novela homónima de Norman Partridge, publicada en 2000 e inspirado en el
cómic El Cuervo, de James O’Barr, publicado en 1989. Género: Fantástico.
Música: Jamie Christopherson. Fotografía: Kurt Brabbee.
Decorados: Effney Gardea. Vestuario: Mandi Line.
Productoras: Dimension Films, Edward R. Pressman Film,
Fubu Films y Jeff Most Productions. Presupuesto: [Desconocido].
País: USA. Año: 2005. Duración: 99 minutos. Color.
Reparto:
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Personajes:
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Edward Furlong
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Jimmy Cuervo
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David Boreanaz
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Luc ‘Muerte’ Crash/Lucifer
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Tara Reid
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Lola Byrne
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Marcus Chong
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Guerra
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Tito Ortiz
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Hambre
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Yuji Okumoto
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Peste
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Dennis Hopper
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El Niño
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Emmanuelle Chriqui
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Lilly
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Danny Trejo
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Harold
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Dave L. Ortiz
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Sheriff Tanner
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Richard Cumba
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Moses
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Edward Furlong
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Jimmy Cuervo
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(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: Jimmy Cuervo y su novia Lilly son asesinados
por Luc Crash, un antiguo amigo de Jimmy quien busca convertirse en la
encarnación de Lucifer en la Tierra. Pero mientras Luc intenta completar el
ritual, Jimmy Cuervo es resucitado por un cuervo para vengarse, siguiendo el
reguero de muertes de Crash intentando impedir que se haga con los poderes del
Infierno.
Crítica: Segunda película de Mungia tras la delirante
y excitante Holocausto Samurai [1998], y cuarta entrega de la franquicia
iniciada en El Cuervo [Alex Proyas, 1994], que en realidad es una tomadura de
pelo de tamaño industrial, impepinable y farragosa, tomando Nuevo México como
su escenario principal y con un grupo de caras que cuando resultan de todo
menos creíble (el error, tremendo, de su dúo antagonista, que deberían haberse
cambiado los papeles para que la cosa hubiese funcionado mejor; el tono camp y
de cachondeo que adquiere la película conforme va pasando el metraje, ayudado
en su última parte por un Dennis Hopper al que si no se le escapa la risa debe
de ser por la más pura misericordia; lo escasamente creíble del romance: ¿una
chica como Lilly eligiendo a alguien como Cuervo?). Dejando para la posteridad
una serie de personajes olvidables interpretados de la manera más gris y
rutinaria que puede esperar, El Cuervo 4: La Plegaria Maldita es un western con
ínfulas de moderno, cuya banda sonora refuerza a base de trompetas esa
sensación, sin olvidarse de una ausencia de medios que dejan los niveles de
calidad muy por los suelos (Tara Reid, pasando de las risas adolescentes al
estilo American Pie [Chris Weitz, 1999] para meterse en el típico y tópico
papel de novia de malo de turno: más allá de sus estilismos de chica mala del
medio oeste, nada más aporta; Guerra, Peste y Hambre, los tres esbirros de Luc,
a cada cual de ellos más prescindible; Danny Trejo, desperdiciado de modo
asombroso, en que lo de la Danza del Cuervo es lo único mínimamente salvable).
Con un Boreanaz entre lo aséptico total y lo histriónico sobreactuado en
función de la escena, y una facturación no de serie B, si no directamente de
serie Z, la cinta no da lugar a dudas de lo innecesario que era rodarla, como
también sentencia que la fórmula se ha agotado totalmente, creando la nada
dentro del vacío.
La Puntilla: ¿De verdad alguien se pensó que Edward
Furlong como héroe de cuervo era una idea que podía funcionar?.
Mi
Valoración
★★★★★
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