Vista En: Cines Los Prados (Oviedo), sábado 14 de
septiembre de 2009.
Título Original: White House Down.
Director: Roland Emmerich.
Guión: James Vanderbilt. Género: Acción.
Música: Harald Kloser y Thomas Wander. Fotografía: Anna J. Foerster.
Decorados: Marie-Soleil Dénommé, Paul Hotte, David
Laramy y André Valade. Vestuario: Lisy Christl.
Productoras: Mythology Entertainment, Iron Horse
Entertainment, Columbia Pictures y Centropolis Entertainment. Presupuesto: ±150.000.000 $.
País: USA. Año: 2013. Duración: 131 minutos. Color.
Reparto:
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Personajes:
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Channing Tatum
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John Cale
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Jamie Foxx
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Presidente James Sawyer
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Maggie Gyllenhaal
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Carol Finnerty
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Jason Clarke
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Emil Stenz
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Richard Jenkins
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Eli Raphelson
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Joey King
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Emily Cale
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James Woods
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Martin Walker
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Nicolas Wright
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Donnie Donaldson
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Jimmi Simpson
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Skip Tyler
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Michael Murphy
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Vicepresidente Alvin Hammond
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Rachelle Lefevre
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Melanie
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Lance Reddick
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General Caulfield
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(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: John Cale, un Policía del Capitolio
divorciado, se va con su hija Emily, una entusiasta del presidente James Sawyer
y de la Casa Blanca, a un tour guiado por ésta. Durante la visita un grupo
paramilitar efectúa un rápido asalto al lugar, obligando a Cale a actuar como
la única esperanza para evitar que el grupo capture al presidente y haga realidad
sus planes.
Crítica: El especialista en cine de acción y de
catástrofes, artífice de El Día de Mañana [2004] y 2012 [2009], firma una
rutinaria película de explosiones y tiroteos que emerge como una copia
desangelada de Objetivo: La Casa Blanca [Antoine Fuqua, 2013], cambiando al
expeditivo Gerard Butler por la cara de pipiolo de Channing Tatum en un papel
que le queda grande, revalidando la moda de Hollywood por mostrar la misma idea
dos veces el mismo año, como ya se hiciese en Deep Impact [Mimi Leder, 1998] y
Armageddon [Michael Bay, 1998], por citar un ejemplo (el asalto del grupo a la
Casa Blanca, de lo más visual y espectacular en su comienzo y muy adrenalítica
en su conclusión; el momento en el que se descubre el traidor, algo que se ve
veía venir y que da la ocasión a su actor para mostrar esa villanía que también
se le da: lo de la charla con su mujer es un poco más difícil de creer;
Killick, el típico asesino pasado de vueltas al que Kevin Rankin aporta unas
divertidas dosis de locura). Líosa en su trama y jugando a veces con trampas
emocionales el largometraje se revela como un producto de enorme tamaño dejado
en manos equivocadas que flaquea en sus secretos, y se vuelve imposible en
algunas veces (Sawyer, un buen Jamie Foxx sosías de Barack Obama, poniéndose
las gafas para poder disparar a los malos; Emily, ondeando la banda del
presidente para evitar que bombardeen la Casa Blanca: ¿se puede ser más
manipulador que usar a una niña para ensalzar el patriotismo?; el trasfondo de
su guión y la subsiguiente relevación del porqué pasa todo: deficiente y
evocando muy lejanamente a la charla de Donald Sutherland con Kevin Costner en
JFK. Caso Abierto [Oliver Stone, 1991]). Espectacular solo por momentos (el
derribo de un avión) y con un nutrido reparto que hace su cometido bajo
mínimos, Asalto al Poder es un entretenimiento fallido y sin gracia. Y Channing
Tatum, espantoso sin más.
La Puntilla: Channing, majete, es que con esa carita no
inspiras ni miedo ni respeto. Casi pareces un oso amoroso con un mal día.
Mi
Valoración
★★★★★
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