Vista En: Cines Marta & María (Avilés), domingo 17
de mayo de 2009.
Título Original: Angels & Demons.
Director: Ron Howard.
Guión: David Koepp y Akiva Goldsman, basado en la
novela homónima de Dan Brown, publicada en 2000. Género: Intriga.
Música: Hans Zimmer. Fotografía: Salvatore Totino.
Decorados: Larry Bellantoni y Robert Gould. Vestuario: Daniel Orlandi y Louis Joon.
Productoras: Columbia Pictures, Imagine Entertainment,
Skylark Productions y Panorama Films. Presupuesto: ±150.000.000 $.
Países: USA e Italia. Año: 2009. Duración: 138 minutos. Color.
Reparto:
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Personajes:
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Tom Hanks
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Robert Langdon
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Ewan McGregor
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Camarlengo Patrick McKenna
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Ayelet Zurer
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Vittoria Vetra
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Stellan Skarsgård
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Comandante Richter
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Pierfrancesco Favino
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Inspector Olivetti
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Nikolaj Lie Kaas
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Asesino
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Armin Mueller-Stahl
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Cardenal Strauss
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Thure Lindhardt
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Chartrand
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David Pasquesi
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Claudio Vincenzi
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Cosimo Fusco
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Padre Simeon
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Victor Alfieri
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Teniente Valenti
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Franklin Amobi
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Cardenal Lamasse
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(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: La muerte del Papa y el secuestro de los
preferitti, los cuatro cardenales más cercanos para sucederle, motiva que El
Vaticano pida ayuda a Robert Langdon para que encuentre a los preferitti.
Ayudado por la científica Vittoria Vetra, Langdon se las tendrá que ver con una
orden de enorme poder supuestamente extinguida siglos atrás, llamada Los
Illuminati.
Crítica: Secuela de El Código Da Vinci [2006] de nuevo
dirigida por Howard y protagonizada por Hanks, que cambia la acción con
respecto al libro situando su entramado algo después de la primera película, y
también efectúa un giro radical de los acontecimientos, en que Ayelet Zurer
sustituye con buena nota a Audrey Tautou y Stellan Skarsgård vuelve a llevarse
el gato al agua en otra de esas interpretaciones que, como en Ronin [John
Frankenheimer, 1998], se basta con un par de segundos de verle para recelar de
él por defecto (sus 20 primeros minutos, un documental paso por paso del
proceso cardenalicio de como despedir a un Papa para ponerse a elegir otro;
Ritcher, un capitán de la Guardia Suiza del Vaticano que se toma su trabajo
como si fuese un mandato divino; Vetra, una científica dispuesta a todo por
recuperar el contenedor de antimateria). Más allá de su historia, la película
no es si no una odisea por la Ciudad Santa y sus principales monumentos, todo
ello hilado por la verborrea incontenible de Tom Hanks y la simpática presencia
de Pierfrancisco Pavino, amén de un Ewan McGregor cuyas tiranteces con Armin
Mueller Stahl son muy incisivas (McKenna y Strauss, reflejando que incluso en
la Santa Sede el duelo de poder está a la orden del día; las referencias a los
Illuminati, a Rafael y a Bernini, fascinantes en su conjunto). No obstante,
ciertos detalles que se han dejado al aire y sus últimos 20 minutos deslucen su
acabado final, dejando el amargo regusto de una película decepcionante (Langdon
y Vetra, viendo un video que desvela toda la trama: ¿tanto rollo para eso?; las
eternas disputas del Cónclave por elegir Papa, con ‘la voluntad de Dios’ como
excusa; el papel del asesino, sin definir ni contar nada de él). Ángeles y
Demonios, sin relación con las películas de Christopher Walken, es una
superproducción que promete pero no cumple lo pactado, perdiendo fuelle hasta
deshincharse del todo.
La Puntilla: Primero como Imperio Romano. Y luego como
Vaticano. Y entre pitos y flautas casi 3000 años bajo el yugo de Roma. ¡Cágate
lorito!.
Mi
Valoración
★★★★★
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