Vista En: Cines Los Prados (Oviedo), domingo 19 de
octubre de 2014.
Título Original: Annabelle.
Director: John R. Leonetti.
Guión: Gary Dauberman. Género: Terror.
Música: Joseph Bishara. Fotografía: James Kniest.
Decorados: Kris Fuller. Vestuario: Janet Ingram.
Productora: Warner Bros. Presupuesto: ±6.500.000 $.
País: USA. Año: 2014. Duración: 99 minutos. Color.
Reparto:
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Personajes:
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Annabelle Wallis
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Mia Gordon
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Ward Horton
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John Gordon
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Alfre Woodard
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Evelyn
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Tony Amendola
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Padre Pérez
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Eric Ladin
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Detective Clarkin
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Kerry O’Malley
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Sharon Higgins
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Brian Howe
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Pete Higgins
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Eric Ladin
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Detective Clarkin
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Ivar Brogger
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Dr. Burgher
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Gabriel Bateman
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Robert
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Shiloh Nelson
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Nancy
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Morgana May
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Debbie
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(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: Mia y John son un joven matrimonio que sufren
un asalto en su casa. Meses después, Mia comienza a sufrir varias experiencias
paranormales en casa relacionadas con una de las muñecas de su colección, la
cual se había visto implicada en el asalto. Buscando una solución, Mia se
encuentra en una peligrosa espiral de terror que amenaza la vida de su hija
recién nacida.
Crítica: Ampliación del universo creado con Expediente
Warren [James Wan, 2013], en la que el otrora firmante de Mortal Kombat:
Aniquilación consigue escenas de perturbadora factura (el asalto a los Higgins;
los primeros planos de la muñeca, en que ésta casi parece viva). Pese a
adolecer de un montaje acelerado, algo que se nota especialmente en un final
algo precipitado y que desmerece del resto del conjunto, Leonetti se convierte
en una extensión del propio Wan, que en este caso ejerce de productor de la
cinta, dirigiendo con su mismo pulso narrativo y cierta solvencia una trama sin
ahorrar en detalles escabrosos, jugando adecuadamente más a la insinuación que
a la exposición directa (los dibujos que Mia encuentra en la escalera; las
pisadas que van por el techo del apartamento). De nuevo con Joseph Bishara en
la dirección de la banda sonora, compositor habitual de Wan, y deudora a su vez
de Expediente Warren, ésta sabe transmitir tanto la angustia como los momentos
de terror más descarnado (Mia en el sótano; la muñeca, levantándose “sola”; el
padre Perez entrando en la iglesia). Ajustada en su recreación de finales de
los años 60, tanto en su vestuario y fotografía, e incluso en ciertos apuntes
del guión (Mia diciendo a John que cierre la puerta con llave; las noticias
sobre Charles Manson; el nombre de Mia, un guiño a la Mia Farrow de La Semilla
del Diablo [Roman Polanski, 1968]), la película es una correcta aunque discreta
secuela que, sin alcanzar las excelencias de la original, sí logra evitar
convertirse en un producto vacío gracias tanto a su puesta en escena como al
buen hacer de sus intérpretes (a destacar Alfre Woodard, quien eleva el nivel
de la película allá donde aparece), que saben cumplir los clichés y protocolos
del género. Un producto de factura irregular, aportando cero novedad al género,
pero de suculento y amargo contenido, no apto para cardiacos.
La Puntilla: ¿Pero de verdad alguien realmente querría
tener una muñeca así en su casa?. Si parece la hija de Chucky con un mal día.
Mi
Valoración
★★★★★
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