Vista En: TCM, domingo 16 de octubre de 2016.
Título Original: Always.
Director: Steven Spielberg.
Guión: Jerry Belson, basado en el libreto de 1943 de
Dalton Trumbo, David Boehm, Chandler Sprague y Frederick Hazlitt Brennan. Género: Fantástico.
Música: John Williams. Fotografía: Mikael Salomon.
Decorados: Jackie Carr. Vestuario: Ellen Mirojnick.
Productoras: Universal Pictures, U-Drive Productions,
Amblin Entertainment y United Artists. Presupuesto: ±31.000.000 $.
País: USA. Año: 1989. Duración: 122 minutos. Color.
Reparto:
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Personajes:
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Richard Dreyfuss
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Pete Sandich
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Holly Hunter
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Dorinda Durston
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Brad Johnson
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Ted Baker
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John Goodman
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Al Yackey
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Audrey Hepburn
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Hap
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Roberts Blossom
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Dave
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Keith David
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Powerhouse
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Ed Van Nuys
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Nails
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Marg Helgenberger
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Rachel
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Dale Dye
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Don
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Brian Haley
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Alex
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James Lashly
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Charlie
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(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: Pete Sandich trabaja apagando incendios junto
a su amigo Al y su novia Dorinda, siendo pilotos de aviones cisterna. Tras
sufrir un accidente durante una misión, Pete muere y llega al cielo, donde un
ángel llamado Hap le devuelve a la Tierra como protector de otro piloto, Ted,
pero su misión se complicará al descubrir que el destino de Ted es estar con
Dorinda.
Crítica: Tras la dramática y magistral El Imperio del
Sol [1987], Spielberg se da el gusto de organizar un viaje por el pasado
haciendo un remake bastante simpático y entrañable de Dos en el Cielo [Victor
Fleming, 1943], con Richard Dreyfuss siendo un canalla y encantador reemplazo
de Spencer Tracy y Holly Hunter de Irene Dunne, destacándose las breves y
cándidas apariciones de un mito del cine llamado Audrey Hepburn, irreemplazable
como Hap (el primer encuentro entre ésta y Pete, en un bosque arrasado por un
incendio, con ella cortándole el pelo como en una barbería: más surrealista
imposible; el fugaz instante en el que Pete descubre que puede ser escuchado
por los locos como los resultados de sus palabras en Dorinda o Ted, sutil pero
eficaz ejemplo del Más Allá y su interactuación con el mundo de los vivos;
Dorinda, afectada a la par que espléndida, quintaesencia de una persona a la
que le falta quien era su otra mitad). Apostando fuerte por una ambientación lo
más clásica posible como por la banda sonora de un Williams que siempre brilla
con luz propia, haciendo unos acordes que parecen evocar al mismo cielo, la
película parece dibujar un mundo perdido en el tiempo, ensimismado en sus
propios asuntos al margen de la realidad (Ted, un Brad Johnson que acaba siendo
lo más flojo y endeble tanto en actuación como caracterización, imitando a John
Wayne; el conflicto interno que surge en Pete cuando descubre la verdadera que
le han encomendado; éste, observando a Ted mientras intenta reanimar a otro
hombre que ha sufrido un infarto). En su tercera colaboración con Spielberg
después de Tiburón [1975] y Encuentros en la Tercera Fase [1977], Dreyfuss
vuelve a dar otra clase estupenda de actuación en un producto el cual peca de
un tono demasiado almibarado y dulzón, pero que en su pequeñez se deja ver como
una tibia receta de lo valioso que es la vida y como atesorarla.
La Puntilla: Cuesta creer que algo tan sencillo como
influenciar a otro pueda al final tener tanta importancia.
Mi
Valoración
★★★★★
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