Vista En: Cines Marta & María (Avilés), jueves 22
de abril de 1999.
Título Original: 8MM.
Director: Joel Schumacher.
Guión: Andrew Kevin Walker. Género: Intriga.
Música: Mychael Danna. Fotografía: Robert Elswit.
Decorados: Gary Fettis. Vestuario: Mona May.
Productoras: Global Entertainment Productions GmbH &
Company Medien KG, Columbia Pictures Corporation y Hofflund/Polone.
Presupuesto: ±40.000.000 $.
Países: USA y Alemania. Año: 1999. Duración: 123 minutos. Color.
Reparto:
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Personajes:
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Nicolas Cage
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Tom Welles
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Joaquin Phoenix
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Max California
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James Gandolfini
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Eddie Poole
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Peter Stormare
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Dino Velvet
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Anthony Heald
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Daniel Longdale
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Chris Bauer
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Máquina
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Catherine Keener
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Amy Welles
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Myra Carter
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Sra. Christian
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Amy Morton
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Janet Mathews
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Jenny Powell
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Mary Ann Mathews
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Anne Gee Byrd
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Senador Michaelson
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Jack Betts
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Butler
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(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: Tom Welles, un detective privado, recibe el
encargo por parte de una anciana de investigar si la cinta de video encontrada
entre los legajos de su recién difunto marido, donde se ve asesinar a una
chica, es o no real. Viajando a Los Ángeles, Welles se mete en el submundo de
las snuff movies, encontrándose con un mundo de perversiones y aberraciones sin
límite.
Crítica: Después de la romanticona City of Angels
[Brad Silberling, 1998] y de la intrigante Ojos de Serpiente [Brian De Palma,
1998], Nicolas Cage reincide en las tramas policíacas esta vez pasándose al
escabroso terreno de las snuff movies (videos de asesinatos reales y otras
morbosidades al margen de toda ley), al lado de un espléndido Joaquin Phoenix y
de una afectada Catherine Keener, sumergiendo al espectador en una espiral de
terror con algunos visos de Tesis [Alejandro Amenábar, 1996] y retratando el
lado más perverso de la fábrica de sueños (Welles, espiando a un productor de
Hollywood con pocos escrúpulos a la hora de seleccionar chicas en los castings;
Welles y California, entrevistándose con Dino Velvet, una especie de Dario
Argento especializado en las más hediondas bizarreces; Welles, esperando
escuchar de su esposa un “te quiero”: eterno como un amanecer en Plutón).
Turbia gracias al guión del firmante de Seven [David Fincher, 1995], el
director de las nefastas Batman Forever
y Batman y Robin [1995 y 1997] firma en esta ocasión una película de tintes
oscuros y perturbadores de necesidad, a la que le cuesta declarar sus
intenciones hasta casi su tercio final (la cara de Welles revisando el video de
la supuesta muerte de Mary Ann Matthews: sin verlo el espectador, lo dice todo;
Welles, llamando a la madre de Mary Ann para preguntarle algo crucial,
derivando a la película en una suerte de remake no oficial de El Justiciero de
la Ciudad [Michael Winner, 1974]; la persecución entre Cage y un depravado, a
solas, de noche, y en un cementerio: más tétrico imposible). Asesinato en 8mm,
sin ser redonda ni perfecta, ofrece un más que entretenido ejercicio de secretos
y mentiras, con la sordidez por bandera (Welles, desatando la caja de los
truenos al hablar de dinero). Un largometraje que entra, de un modo eficaz, en
una realidad que, por suerte, la mayoría de la población ignora.
La Puntilla: Si hay gente que paga por videos de
asesinatos, de violaciones, decapitaciones y demás groserías...que depresión de
raza humana.
Mi
Valoración
★★★★★
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