Arde Mississippi [1988]

 Publicado El: Martes, 22-Dic-2015. Nº De Serie: C25/TCM/0000319.

 Vista En: Canal Hollywood, miércoles 12 de junio de 2002.

 Título Original: Mississippi Burning.

 Director: Alan Parker.

 Guión: Chris Gerolmo. Género: Drama.

 Música: Trevor Jones. Fotografía: Peter Biziou.

 Decorados: Jim Erickson. Vestuario: Aude Bronson-Howard.
 Productora: Orion Pictures. Presupuesto: ±15.000.000 $.

 País: USA. Año: 1988. Duración: 128 minutos. Color.

Reparto:	Personajes:
Gene Hackman	Agente Rupert Anderson
Willem Dafoe	Agente Alan Ward
Frances McDormand	Sra. Pell
Brad Dourif	Ayudante Clinton Pell
R. Lee Ermey	Alcalde Tilman
Gailard Sartain	Sheriff Ray Stuckey
Stephen Tobolowsky	Clayton Townley
Michael Rooker	Frank Bailey
Pruitt Taylor Vince	Lester Cowens
Badja Djola	Agente Monk
Kevin Dunn	Agente Bird
Tobin Bell	Agente Stokes

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 Argumento: En 1964, dos agentes del FBI viajan a la parte más angosta de Louisiana para encontrar a tres jóvenes desaparecidos, activistas por la causa de los derechos civiles de los negros. Su investigación despertará el odio de la gente más poderosa del pueblo, todos miembros del Ku Klux Klan, que harán lo que sea por liquidar a los agentes y detener la investigación.

 Crítica: Inspirándose en la desaparición real de tres jóvenes activistas (J. E. Chaney, Mickey Schwerner y Andrew Goodman), Alan Parker aborda el difícil y polémico tema del racismo y la segregación racial con dos monstruos de la pantalla de la talla de Gene Hackman y Willem Dafoe, ofreciendo lo mejor de ellos mismos en actuaciones de quitarse el sombrero (Anderson, hablando de su padre; Ward, recriminando a su compañero su amistad con la Sra. Pell: la reacción de Anderson, inesperada, corta el aliento). Con un nutrido reparto de secundarios, Parker supera con nota el descalabro que hizo en El Corazón del Ángel [1987], confeccionando una crónica cuyo protagonista, invisible, no abandona su metraje ni un solo segundo (Bailey, hablando a Anderson sobre el voto negro, provocando una muy dolorosa réplica; Pell, “hablando” con su mujer mientras sus amigos permanecen impasibles). Un retrato de la época de Martin Luther King donde el color importaba más que la persona, vistosa en su puesta en escena y vestuario, en tanto Trevor Jones hace una banda sonora a la altura de las circunstancias (Ward, formando parte de una marcha por la igualdad racial, con un discurso de fondo; Ward y Anderson, recibiendo una bienvenida algo peculiar). A ratos angustiosa y a ratos indigesta, ciertos pasajes resultan molestos por su nivel de barbarie, tanto física como oral (la entrevista a varias personas del pueblo por parte de los periodistas; Anderson afeitando a Pell en la peluquería), aunque la labor de Parker logra echar las riendas para contener sus estallidos en la medida de lo posible, haciendo que a veces la sugerencia sea peor que lo explícito (la mención a Homer Willis, la cual pone los pelos como escarpias). Un viaje descorazonador por el odio del ser humano para con él mismo, coronado con un largo epílogo que permiten dejar mucho a la reflexión. Amarga, difícil, pero tremenda como ella sola. 

 La Puntilla: Te inducen a odiar. Te lo justifican. Te lo meten en el cerebro desde niño. ¿Cómo cambiar algo tan metido a presión dentro del alma?.

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 ★★★★★

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