Publicado El: Miércoles, 10-Feb-2016. Nº De Serie: C25/TCM/0000397.
Vista En: Cines Marta & María (Avilés), domingo 24
de noviembre de 2001.
Título Original: Le Fabuleux Destin d’Amélie Poulain.
Director: Jean-Pierre Jeunet.
Guión: Guillaume Laurant y Jean-Pierre Jeunet. Género: Comedia.
Música: Yann Tiersen. Fotografía: Bruno Delbonnel.
Decorados: Marie-Laure Valla. Vestuario: Madeline Fontaine.
Productoras: Sofica Sofinergie 5, Tapioca Films, Claudie Ossard Productions, France 3 Cinéma, Union Générale Cinématographique, Victoires Productions, MMC Independent, Filmstiftung Nordrhein-Westfalen y Canal+.
Productoras: Sofica Sofinergie 5, Tapioca Films, Claudie Ossard Productions, France 3 Cinéma, Union Générale Cinématographique, Victoires Productions, MMC Independent, Filmstiftung Nordrhein-Westfalen y Canal+.
Presupuesto: ±77.000.000 ₣ (±10.710.000 $).
Países: Francia y Alemania. Año: 2001. Duración: 122 minutos. Color y B/N.
Reparto:
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Personajes:
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Audrey Tautou
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Amelie Poulain
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Mathieu Kassovitz
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Nino Quincampoix
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Rufus
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Raphaël Poulain
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Lorella Cravotta
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Amandine Poulain
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Serge Merlin
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Raymond Dufayel
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Jamel Debbouze
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Lucien
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Clotilde Mollet
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Gina
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Claire Maurier
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Madame Suzanne
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Isabelle Nanty
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Georgette
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Dominique Pinon
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Joseph
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Artus de Penguern
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Hipolito
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Yolande Moreau
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Madeleine Wallace
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(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: Amelie es una joven solitaria con una rica
vida interior que en la noche de la muerte de Lady Di encuentra una cajita
oculta en su cuarto de baño. Decidida a encontrar a su propietario, se propone
saber si podría hacer feliz a esta persona, de modo que si lo consigue hará lo
mismo con sus amigos y sus compañeros de trabajo de una pequeña cafetería de
París.
Crítica: Cuatro años después de filmar Alien
Resurrección, Jeunet regresa a los mundos mágicos que crease en La Ciudad de
los Niños Perdidos [Marc Caro y Jeunet, 1995], cobrando vida en el cuerpo y
mente de su protagonista, una conmovedora Audrey Tautou cuya belleza y dulzura
destilan un magnetismo innegable, embarcada en una búsqueda de la felicidad en
la que el misterio y lo estrafalario se funden en un muestrario muy sugerente
(Amelie, hallando unas fotos curiosas del mismo hombre; las cintas de video que
recibe Dufayel: entre lo divertido y lo emotivo; ella de nuevo, preguntándose
cuantas parejas en todo París podrían estar haciendo el amor en ese instante:
su respuesta no podría ser más tronchante ni a tiros). Recurriendo a lo más
granado del cine galo y a situaciones cotidianas pasadas por el tamiz de la
disparidad, la fusión de estas dos cosas transforman cada escena y momento de
la vida de Amelie en una odisea vitalista con algún momento amargo, pero con un
desbordante sentido de la aventura urbana (sus travesuras para incordiar a un
tendero que dista de ser buena gente; el padre de Amelie, de un enloquecido
entrañable, recibiendo postales; ella, poniéndose a imaginar qué habrá sido de
un chico: un delirio tras otro en un imparable in crescendo). Arropada por la
melódica partitura de Yann Tiersen, toda ella fenomenal, y una fotografía que
hace de París una ciudad que se devanea entre sueños y personajes estrafalarios
pero muy acertados, Jeunet extrapola lo ordinario para llevarlo a lo
extraordinario (una cabina de teléfono sonando), confiriendo un aura de magia y
fantasía a que es difícil resistirse. Pese a ambientarse en 1997, Amelie es una
película de lectura atemporal a la par que deliciosa, una reflexión acerca de
la vida y como vivirla sin altibajos de guión, manteniendo su calidad hasta
llevar a un final predecible pero a la vez esperadísimo. Todos somos un poco
Amelie.
La Puntilla: ¿Cuanta vida podemos llegar a malgastar antes
de darnos cuenta de lo valiosa y especial que es?. ¡Ea, pues ahora vas y lo
cascas!.
Mi
Valoración
★★★★★
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