Vista En: Cines Cinebox (Corvera), sábado 29 de
diciembre de 2007.
Título Original: American Gangster.
Director: Ridley Scott.
Guión: Steven Zaillian, basado en el artículo The
Return of Superfly, de Mark Jacobson, publicado en 2000 en el New York
Magazine. Género: Drama.
Música: Marc Streitenfeld. Fotografía: Harris Savides.
Decorados: Leslie Rollins y Beth A. Rubino. Vestuario: Janty Yates.
Productoras: Universal Pictures, Imagine Entertainment,
Relativity Media, Scott Free Productions, Film Rites y WR Universal Group.
Presupuesto: ±100.000.000 $.
Países: USA y Reino Unido. Año: 2007. Duración: 157 minutos. Color.
Reparto:
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Personajes:
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Denzel Washington
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Frank Lucas
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Russell Crowe
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Richie Roberts
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Josh Brolin
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Detective Trupo
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Ted Levine
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Lou Toback
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John Hawkes
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Freddie Spearman
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Chiwetel Ejiofor
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Huey Lucas
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Ruben Santiago-Hudson
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Doc
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Carla Gugino
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Laurie Roberts
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John Ortiz
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Javier J. Rivera
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Cuba Gooding Jr.
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Nicky Barnes
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Armand Assante
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Dominic Cattano
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Joe Morton
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Charlie Williams
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(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: En los años 70, y tras la muerte de Bumpy
Johnson, el que fuese su conductor Frank Lucas pasa a ser el heredero de todo
su imperio criminal, siendo el primer gangster afroamericano independiente. Sus
actividades y su rápido ascenso llaman la atención de un policía, Richie
Roberts, que se afana en dar con el modo de pararle los pies a él y a sus
alijos de droga.
Crítica: Tercera colaboración entre Ridley Scott y
Russell Crowe después de Gladiator [2000] y la más dramática y personal Un Buen
Año [2006], al que se añade un Denzel Washington que revalida esa condición del
mejor actor de su generación, en una combinación de estilo, elegancia y
criminalidad que, tal vez sin pretenderlo, la convierte en una especie de
secuela de Hampones [Bill Duke, 1997] (la película, abriendo con el funeral de
Johnson, protagonista del film de Duke e interpretado por Laurence Fishburne;
Roberts, recibiendo una bronca por parte de su ex durante un juicio por la
custodia de su hijo; Lucas, un ser despiadado capaz de matar a una persona
delante de todo el mundo, incluyendo a sus propios hermanos). Magnífica en una
ambientación oscura y corrupta por todas partes como en el vestuario de sus
personajes, Josh Brolin y Armand Assante
se vuelven imprescindibles en lo magnífico de sus papeles, demás de poseer un
aire de malicia extremadamente refinado (Lucas, usando sus contactos de Vietnam
para traer de la droga en el único lugar del mundo donde nadie miraría; Roberts
y sus compañeros, contando una ingente suma de dinero incautado en plena
comisaría, solo para demostrar que él no está manchado como los demás; Brolin,
un poli con más pintas de mafioso que de agente cumplidor de la ley). A pesar
de lo larga de su duración, la fuerza y lasa actuaciones de todo su plantel
sirven como base para hacer una película tan entretenida como espectacular a
veces, que resucita en su fotografía el Nueva York en los años del disco y la
blaxploitation (Lucas, encarándose con Barnes, un airado Cuba Gooding Jr., por
adulterar sin necesidad su producto; la charla entre Lucas y Roberts, durante
un interrogatorio, de una precisión malévola pero acertada; Lucas, viviendo a
todo lujo mientras Roberts apenas tiene para sobrevivir). Otra demostración de
la maestría de Ridley Scott.
La Puntilla: No sé qué es peor, si delincuentes como Lucas
que al menos van de cara, o polis como Trupo que fingen ser de los buenos.
Mi
Valoración
★★★★★
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