Guión: Chris Terrio, basado en el libro
autobiográfico El Maestro del Disfraz: Mi Vida Secreta de la CIA, de Antonio J.
Mendez, publicado en 1999, y en el artículo La Gran Huida, de Joshuah Bearman,
publicado en 2007 en el magazine Wired. Género: Intriga.
Música: Alexandre Desplat. Fotografía: Rodrigo Prieto.
Decorados: Jan Pascale. Vestuario: Jacqueline West.
Productoras: Warner Bros., GK Films y Smokehouse Pictures.
Presupuesto: ±44.500.000 $.
País: USA. Año: 2012. Duración: 120 minutos. Color y B/N.
Reparto:
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Personajes:
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Ben Affleck
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Tony Mendez
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Bryan Cranston
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Jack O’Donnell
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Alan Arkin
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Lester Siegel
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John Goodman
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John Chambers
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Victor Garber
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Ken Taylor
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Tate Donovan
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Bob Anders
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Clea DuVall
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Cora Lijek
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Scoot McNairy
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Joe Stafford
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Rory Cochrane
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Lee Schatz
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Christopher Denham
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Mark Lijek
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Kerry Bishé
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Kathy Stafford
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Kyle Chandler
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Hamilton Jordan
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Argumento: En 1979, las revueltas políticas de Irán
llevan a la gente a tomar la embajada americana por la fuerza. Seis de los
empleados logran refugiarse en casa del embajador de Canadá, y la CIA busca
cómo sacarlos antes de que sean encontrados y ejecutados. Tony Mendez, experto
en rescates, propone convertirlos en el equipo de rodaje de una película de
ciencia ficción.
Crítica: Tercera película como director para Ben
Affleck después de Adiós, Pequeña, Adiós [2007] y The Town: Ciudad de Ladrones
[2010], el cual hace un inconmensurable regreso a los thrillers políticos de
los años 70 al estilo de Los Tres Días del Cóndor [Sydney Pollack, 1975] donde,
acompañado por dos inmensos John Goodman y Alan Arkin, recrea con notable
detalle el asedio a la embajada americana en Irán de 1979 y sus consecuencias,
teniendo para ello un plantel de secundarios a la altura de las circunstancias
(la reunión de los cerebritos de la CIA para saber cómo sacar del país a los
seis empleados de la embajada canadiense, un cúmulo de disparates uno tras
otro; la reunión entre Mendez y Chambers, con el primero explicando lo que pasa
al segundo: la reacción de éste último es desternillante; Lester Siegel, un productor
de verborrea incontrolable que se las sabe todas: su anécdota de Warren Beatty
o su entrevista con un reportero durante una lectura pública del guión son de
caer de espaldas). Fascinante en el retrato del Hollywood de finales de los 70
y magnífica en su banda sonora, Affleck director y Affleck actor se solapan a
modo de dos cerebros privilegiados que dejan atrás idioteces como Daredevil
[Mark Steven Johnson, 2003] para revelarse como un artesano brillante (Joe
Stafford, comentando a sus compañeros lo imposible del plan; el paseo por el
bazar, donde una foto se basta y sobra para sacar a la luz lo más agresivo e
intolerante del ser humano; el asalto a la embajada y posteriores torturas, de
un desagradable aterrador). Medida en todos sus tiempos con unos niveles de
precisión hexadecimal, Argo es un cóctel de drama e intriga servido con una
calidad exquisita, con múltiples tramas y personajes geniales (Bryan Cranston y
Kyle Chandler, excelentes sin mácula), cuyo último tercio eleva sus cotas a la
enésima potencia. Y su epílogo, un reflejo de que la peli no exagera nada.
La Puntilla: Solo un loco puede concebir una idea tan
absurda que sea capaz de engañar a los locos amparados en el odio para ejercer
el poder.
Mi
Valoración
★★★★★
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