Vista En: Telecinco, viernes 6 de enero de 2006.
Título Original: Regarding Henry.
Director: Mike Nichols.
Guión: Jeffrey Abrams. Género: Drama.
Música: Hans Zimmer. Fotografía: Giuseppe Rotunno.
Decorados: Susan Bode, Cindy Carr, Amy Marshall y Trisha
McCormick, ésta última sin acreditar. Vestuario: Ann Roth.
Productora: Paramount Pictures. Presupuesto: ±50.000.000 $.
País: USA. Año: 1991. Duración: 108 minutos. Color.
Reparto:
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Personajes:
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Harrison Ford
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Henry Turner
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Annette Bening
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Sarah Turner
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Mikki Allen
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Rachel Turner
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Bill Nunn
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Bradley
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Rebecca Miller
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Linda
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Bruce Altman
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Bruce
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Elizabeth Wilson
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Jessica
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Donald Moffat
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Charlie Cameron
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Robin Bartlett
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Phyllis
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James Rebhorn
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Dr. Sultan
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Emily Wachtel
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Enfermera Gloria
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John Leguizamo
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Atracador
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(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: Henry Turner, un prestigioso y desalmado
abogado habituado al poder y al lujo sin miramiento alguno, es tiroteado
durante un atraco a una pequeña tienda. Su mujer e hija, intentando apoyarle,
descubren que la bala ha dejado el cerebro de Henry a cero, teniendo que volver
a recordar su vida, lo que obligará a éste a enfrentarse con quien había sido
hasta el atraco.
Crítica: Emblemático realizador de la legendaria El
Graduado [1967] y otras como Silkwood [1983], Mike Nichols se reencuentra con
Harrison Ford después de su primera película juntos Armas de Mujer [1988] para
contar una de esas historias con claras vistas a rascar algún Óscar, tomando al
actor como el eje principal de la trama alrededor del cual gira todo el
universo, incluyendo a actrices tan excelentes como Annette Bening y la
infantil Mikki Allen, amén de secundarios como Bill Nunn y Donald Moffat (la
jugarreta de Bradley, el terapeuta de Henry, para que éste de alguna manera
reaccione y hable; el propio atraco en la tienda, en el que incluso con un arma
apuntándole Henry intenta controlar la situación: ejemplo perfecto y preciso de
la mentalidad yuppie; Rachel, una niña que de pronto se encuentra a un
desconocido como padre: lo de los cordones es una buena muestra de ello). No
exenta de una más que amarga crítica social, el largometraje luce magnífica en
la música de Hans Zimmer como en la fotografía de Rotunno, cumpliendo las
expectativas y su propósito de complementar una historia inspiradora de
superación frente a la adversidad (el hallazgo de Henry de unos papeles de
color azul: la cara de Sarah al verlos es todo un poema; Henry, volviendo a su
trabajo, solo para encontrar desagradable lo que antes hacía sin siquiera parpadear;
la fiesta, donde un comentario malintencionado da un ejemplo de la maldad
humana: agrio como él solo). Buscando apelar al corazón y a lo que es
importante en la vida, moralina y moralista hasta la extenuación, A Propósito
de Henry se deja ver como una película con la que gozar del más afectado
Harrison Ford (su gestualización, a medida que Henry se va recuperando su
movilidad) y la más arrebatadora Annette Bening. Una propuesta familiar sobre
lo frágil de la vida y como ésta puede cambiar de un segundo a otro. Sustancia
no le falta.
La Puntilla: Un segundo. Una bala. Una vida. Si esa
combinación no te mata, diez contra uno que jamás volverás a ser la misma
persona.
Mi
Valoración
★★★★★
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