“Criticaen25” es un punto de encuentro para todos los cinefilios, habitantes del séptimo planeta del sistema solar de las artes. Una propuesta amena y divertida a la par que abierta al debate y a la reflexión en la que, tan diariamente como sea posible, se irán comentando películas de todos los tiempos, con independencia de su género o fama. Un lugar en donde relajarse y disfrutar de un rato agradable en buena compañía.

Aviones de Papel [2014]

 Publicado El: Lunes, 11-Ene-2016. Nº De Serie: C25/TCM/0000349.
 Vista En: Cines Los Prados (Oviedo), domingo 10 de enero de 2016.
 Título Original: Paper Planes.
 Director: Robert Connolly.
 Guión: Robert Connolly y Steve Worland. Género: Comedia.
 Música: Nigel Westlake. Fotografía: Tristan Milani.
 Decorados: Christine Lynch. Vestuario: Lien See Leong.
 Productoras: ACTF, Arenamedia, Cameraquip Australia, EMIG, MIFF Premiere Fund, DDP Studios Melbourne, Screen Australia, ScreenWest y Soundfirm.
 Presupuesto: [Desconocido].
 Países: Australia y Corea del Sur. Año: 2014. Duración: 96 minutos. Color.

Reparto:
Personajes:
Ed Oxenbould
Dylan Webber
Sam Worthington
Jack Webber
Julian Dennison
Kevin
Peter Rowsthorn
Sr. Hickenlooper
Ena Imai
Kimi Muroyama
Alex Williams
Jethro
Talei Howell-Price
Directora
Daniel Holliday
Profesor
Terry Norris
Abuelo
Nicole Trunfio
Cindy Webber
David Wenham
Patrick Jones
Nicholas Bakopoulos-Cooke
Jason Jones

 (Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)

 Argumento: Dylan es un alegre niño de 12 años cuya afición por los aviones de papel le lleva a inscribirse en el Campeonato Mundial que se celebrará en Tokyo. Allí conocerá al prepotente Jason y a la encantadora Kimi, al tiempo que intentará reconectar con su padre, el cual se encuentra dominado por una depresión tras la reciente pérdida de su esposa y madre de Dylan.

 Crítica: Entusiasta y vitalista película familiar que derrocha una energía y un enorme sentimiento de optimismo desde el primer momento, con el joven y talentoso Ed Oxenbould como el eje central de una historia en la que se dan cita instantes espectaculares, curiosas resurrecciones y hasta una mezcla un tanto extraña entre ficción y realidad (Dylan, lanzando su primer avión; David Wenham, dando a entender que hay vida profesional más allá de la trilogía El Señor de los Anillos; el paralelismo entre Sam Worthington y su personaje: tan perdido está Jack en sus recuerdos como Sam fuera de Avatar). Relato de lo más amable y enternecedor con un vibrante sentido del ritmo narrativo y cámara siempre en movimiento, Connolly construye a fuego lento una historia de amor y amistad con múltiples matices, aunque algunos resulten un cliché tan clásico como inevitable (Jason, el cargante pero necesario villano que le da el contrapunto amargo a la película; la amistad entre Dylan y Kimi, de una inocencia con la que es imposible no encariñarse; la relación entre éste y su abuelo, otro tanto de lo mismo). Tomando como premisa uno de los hobbies más sencillos y a la vez divertidos para un niño, el largometraje sabe añadir cierto punto reconciliador a su guión, el cual disecciona con notable mimo la relación de un padre y su hijo tocados por la tragedia (los esfuerzos de Dylan por crear el avión perfecto; éste, discutiendo con su padre sobre su madre: la reacción de Jack no puede ser mejor). A pesar de que su conclusión final se huele desde kilómetros de distancia, eso no minimiza la calidad de una cinta diseñada para emocionar y dibujar una sonrisa, convirtiendo una competición en algo mucho más humano (el propio campeonato y las vidas que trastoca). Una historia grande en resultados precisamente debido a lo pequeño de sus pretensiones. Como corresponde a las historias que merecen ser contadas. 

 La Puntilla: Tu hijo encuentra la pasión de su vida y tú pasas de él porque no puedes dejar de pensar en el pasado. ¡Pero que listo eres, coño!.

 Mi Valoración
 ★★★★★

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