DEL REVÉS Y CABEZA ABAJO
En Star Wars, Episodio VII: El
Despertar de la Fuerza [J.J. Abrams, 2015], o más exactamente en su final,
Finn, Rey y la Resistencia destruían la temible base Starkiller, destruyendo a
la Primera Orden. Sin embargo, al principio de Star Wars, Episodio VIII: Los
Últimos Jedi [Rian Johnson, 2017] ésta resurge en tiempo record más fuerte que
antes. Rey acude a Luke Skywalker en busca de ayuda, solo para ver que éste
pasa de dársela. Kylo Ren, que se supone iba a seguir su instrucción en el Lado
Oscuro, resulta que no lo hace. Y Snoke, que se supone Líder Supremo, resulta
tener un control de la situación mucho más endeble de lo que parece...Todo
ello, y muchísimo más, es lo que caracteriza a la película de quien dirigiese
Looper [Johnson, 2012]: la inversión constante del argumento en pos de la
sorpresa. Pero debido a esto mismo, el guión cae en la trampa de la
incoherencia, convirtiéndose en la nada dentro del vacío. Agujero negro de
proporciones bíblicas y dos horas y media de duración, Los Últimos Jedi
pervierte y destruye al mismo tiempo la naturaleza aventurera de Star Wars a
base de giros narrativos que solo se dedican a dar impactos al espectador, pero
que analizado en frío resultan del todo inertes, quedándose en anécdotas
superfluas. Usando un reciclaje rayando en el autoplagio, como Snoke y su
control de Kylo Ren (“igual” que el del Emperador Palpatine sobre Darth Vader),
e instantes que no se sostienen (la Primera Orden, sacando la artillería pesada
al bajar al planeta Crait: algo imposible debido a una cierta destrucción
previa), Johnson convierte el guión en un anti-guión donde todo está del revés
y cabeza abajo, donde la historia se desvanece en pos de dar espectáculo,
desmembrándola de manera salvaje. Porque la verdadera magia no está en
explosiones y batallas si no en, como en la trilogía original, contar una
historia. Una que, por si sola, no necesita sorpresas para subsistir.
Nº De Serie: NC/TCM/00771. Escrito Por: The Cineman.
Publicado El: Miércoles, 3 de enero de 2018.
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