“Criticaen25” es un punto de encuentro para todos los cinefilios, habitantes del séptimo planeta del sistema solar de las artes. Una propuesta amena y divertida a la par que abierta al debate y a la reflexión en la que, tan diariamente como sea posible, se irán comentando películas de todos los tiempos, con independencia de su género o fama. Un lugar en donde relajarse y disfrutar de un rato agradable en buena compañía.

La Brigada de las Ratas

LA BRIGADA DE LAS RATAS


 En más de una ocasión, de la famosa serie Policías de Nueva York [1993], el detective John Kelly se refiere a “la brigada de las ratas” cada vez que por la comisaría aparecía algún policía de Asuntos Internos en busca de presas a las que cazar, o agentes corruptos a los que desenmascarar. Llamados también más prosaicamente “la policía de la policía”, la Oficina de Asuntos Internos y sus agentes han sido retratados en numerosas ocasiones en la pequeña y gran pantalla, casi siempre como villanos que entorpecen la acción del héroe, y en alguna ocasión como héroes, pero a condición de que el policía al que están investigando es claramente culpable y ha cruzado la línea. Y esa ambigüedad es la que juega tanto a favor como en contra de ellos, habida cuenta de que la línea entre su misión principal (asegurarse de que los agentes cumplen la ley en acto de servicio) y una misión no tan personal (“cazas de brujas” para acabar con otros policías debido a rencillas y/o vendettas personales) las más de las veces puede difuminarse hasta desaparecer por completo desdibujando el límite entre el bien y el mal. De obligada presencia cuando se trata de las series policíacas, donde como no podía ser de otro modo son el elemento de caos para enturbiar las aguas, los policías de Asuntos Internos son para el cine ángeles y demonios a partes iguales, bienhechores en busca de que las reglas se cumplen a rajatabla sin excepción, pero también malhechores dispuestos a encasquetarle a otro agente un delito, obsesionados al menor indicio posible de que ha habido juego sucio y que por tanto “alguien tiene que pagar”. De ahí que su tragedia es la juzgar unos hechos en los que ellos no participaron, para determinar si todo fue según el manual. Es lo que tiene ser la policía de la policía: que se pasan la vida pensando en hallar culpables, en vez de hallar inocentes. Suficiente para desdibujar la línea entre el bien y el mal.

 Nº De Serie: NC/TCM/00725. Escrito Por: The Cineman.
 Publicado El: Sábado, 18 de noviembre de 2017.

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