“Criticaen25” es un punto de encuentro para todos los cinefilios, habitantes del séptimo planeta del sistema solar de las artes. Una propuesta amena y divertida a la par que abierta al debate y a la reflexión en la que, tan diariamente como sea posible, se irán comentando películas de todos los tiempos, con independencia de su género o fama. Un lugar en donde relajarse y disfrutar de un rato agradable en buena compañía.

Culpables por Obsesos

CULPABLES POR OBSESOS


 En una época como los años 70 en la que un grupo como de Rock’N Roll como K.I.S.S. (siglas de Knights Infernal in Satan’s Service: “Caballeros Infernales al Servicio de Satán”) provocaba que las madres de USA se unieran en contra de ellos por creerlos inmorales y blasfemos (cómica, y a la vez, magníficamente retratado en Cero en Conducta [Adam Rifkin, 1999]), La Noche de Halloween [John Carpenter, 1978] y Viernes 13 [Sean S. Cunningham, 1980] aparecieron justo para tomar el pulso a dicha represión moralista y, bien parodiándola en formato de terror o bien tomándola en serio, convertirla en la principal razón por la que los adolescentes merecían ser asesinados por desear tener sexo sin antes estar casados. Una mentalidad surgida en el mandato de Jimmy Carter que, potenciada tras la llegada de Ronald Reagan a la Casa Blanca en 1981, provocó un aluvión de secuelas tanto de la película de Carpenter como la de Cunningham, todas con dos elementos en común: una serie de adolescentes y jóvenes con ganas de disfrutar el sexo alegremente y sin moral alguna, y un sádico asesino en serie que (sin llegar jamás a decirlo de una forma explícita y directa) se encargaba de matarlos por ser una panda de obsesos sexuales a los que solo les importaba encontrar a alguien con quien dar rienda suelta a sus instintos. Desde chicas ligeras de ropa con cuerpos exuberantes a chicos a los que se les iban los ojos como lobos por cualquier chica que se les cruzase en su camino, el terror de los 80 se encontró con un filón inesperado a base de deseos sexuales cercenados a golpe de machete, hachazo o de cualquier otra cosa que Michael Myers o Jason Voorhees usasen para acabar con los que a ojos suyos merecían morir. Y es que no hay nada mejor que un presidente ultraconservador y reaccionario para desatar la polémica, a base de chicos y chicas muriendo en pantalla, culpables sólo por ser unos obsesos.

 Nº De Serie: NC/TCM/00713. Escrito Por: The Cineman.
 Publicado El: Lunes, 6 de noviembre de 2017.

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