CUANDO LA MAGIA FUNCIONA
Casualmente y sin esperarlo me
encontré con Twister [Jan De Bont, 1996] en un canal de televisión, justo
después de que emitiesen la patochada de Jack el Cazagigantes [Bryan Singer,
2013]. Pese a sabérmela de memoria, diálogos incluidos (cosa que puedo hacer
con más-menos una docena de películas más) me puse a verla y a disfrutarla, con
una serie de sentimientos entrecruzados y mucho a retener en la mente: las
ausencias de Bill Paxton y Philip Seymour Hoffman, el primero víctima de un
infarto tras sufrir un aneurisma aórtico en febrero de 2017 y el segundo por una
intoxicación con drogas en febrero de 2014; la sucesión de canciones de cara a
vender a la banda sonora, así como unos golpes de comedia con los que es
imposible no reírse; las espectaculares secuencias de tornados arrasando todo;
el vestuario, a la moda entonces y ya totalmente retro-vintage al cabo de 20
años...y entre todo ello, el saborear esa especie de magia que no todas
películas alcanzan y que provoca que, sin importar los años que pasen, siguen
tan fresca y tan vigente como el primer día. Desde la belleza de unas radiantes
Helen Hunt y Jami Gertz al carisma de un Paxton en sus primeros papeles de
protagonista tras años de secundario, y de un repelente Cary Elwes como villano
de turno a los acordes de un Eddie Van Halen pletórico durante los créditos
finales a ritmo de guitarra eléctrica, la sensación de viajar en el tiempo a
otra época y el placer de disfrutar con algo que ha pasado de la novedad a la
colectividad me dieron 113 minutos de relax y diversión, del placer de revivir
una experiencia que, alcanzando ya la enésima vez, sigue conservando todo su
encanto de cuando se estrenó en los cines en 1996. Un encanto que prevalece en
la memoria con la más franca y amplia de las sonrisas y la más cándida de las
emociones, incluso pese a ser una película que se sabe de memoria incluso hasta
en sus diálogos.
Nº De Serie: NC/TCM/00776. Escrito Por: The Cineman.
Publicado El: Lunes, 8 de enero de 2018.
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